La Compañía de Jesús en México aseveró que tras la confirmación científica de la ejecución del responsable de los asesinatos de un guía de turistas y de los sacerdotes Javier y Joaquín, la deuda de justicia sigue vigente para la Sierra Tarahumara y diversos rincones del país.
En un videomensaje, el padre Luis Gerardo Moro subraya que a los jesuitas no los mueve el ánimo de venganza, por lo que la muerte de José Noriel Portillo Gil “El Chueco”, no representa un acto justicia.
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“La Compañía rechaza celebrar el asesinato del perpetrador de los hechos, al contrario, creemos que es un momento lamentable, pues muestra que estamos frente a más barbarie y ante el fracaso de nuestras instituciones”, dijo.
El provincial de los jesuitas en México advierte que nunca han callado ante hechos de violencia y que siguiendo la enseñanza de la Iglesia, apuestan “por una vida en la que resplandece la perfecta justicia del evangelio que dispone a conocer y respetar los derechos y la dignidad de todas las personas”.
En este sentido, adelantó que durante los próximos meses convocarán a recomponer la memoria a través de la construcción de paz con verdad y justicia, por lo que de ninguna manera se acostumbrarán a la violencia deshumanizante.
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“Hoy más que nunca necesitamos garantizar la seguridad para las comunidades de la Tarahumara, así como la implementación de las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de los compromisos asumidos por los diferentes niveles de gobierno”, expresó.
El pasado jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que tras las pruebas genéticas que se realizaron a un cuerpo localizado en Choix, Sinaloa, se confirmó que los restos pertenecían al jefe de plaza de Gente Nueva, considerado un brazo armado del Cártel de Sinaloa.
EAM