La angustia invadía este miércoles a migrantes, desesperados por saber si familiares o amigos se hallan entre los 38 muertos del incendio de un centro de detención en Ciudad Juárez, que puso de relieve el duro trato que reciben esas personas en su camino a Estados Unidos.
Decenas permanecieron frente a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM), donde ocurrió la tragedia la noche del lunes, a la espera de información.
“Es lo que queremos saber, si estaban allá adentro o no”, dijo el venezolano Gilbert Zabaleta, quien buscaba a sus amigos Daniel y Óscar.
Lo último que supo de ellos fue que los condujeron en un vehículo del INM rumbo a la estación, hacia el mediodía del lunes.
“Creemos que estaban adentro”, comentó Zabaleta, con el rostro lacerado por las bajas temperaturas.
LEG