A través de una danza, cánticos, hierbas e incienso, las personas con algún malestar físico o emocional suelen acudir al Centro Histórico capitalino para recibir sahumaciones o “limpias” para sentir una liberación de ese mal que les aqueja.
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A un lado de la Catedral se encuentra Elena Aquetzalli Tlalyolotiznuién, miembro de los Calpuli, quien desde hace 18 años se dedica a hacer ceremonias o sahumaciones, las cuales consisten en un purificación que por medio de los elementos y una serie de pasos, se puede llegar a una liberación mental, física, emocional, energética y espiritual.
En este rito los elementos de la naturaleza se representan a través distintos elementos, para la tierra se utiliza albahaca o pirul; para el fuego se coloca resina dentro de un copal; para representar el agua se utilizan algunas plantas medicinales, y para el viento se encuentra el caracol.
“Ha venido mucha gente muy mal, con pérdidas de hijos, de esposos, que no tienen trabajo o que andan mal emocionalmente… son los que generalmente más nos visitan”, señaló Elena en entrevista con 24 HORAS, agregando que durante la ceremonia algunas personas ríen, mientras que otras lloran o gritan, dependiendo de la carga de energía.
Añadió que no es solo la sahumación, realizar esta práctica conlleva una preparación como conocer la danza, los cantos y qué es lo que transmiten energéticamente.
Elena apuntó que realiza esta ceremonia por el amor a la cultura de México y espera que sus hijos y nietos continúen con esta labor que ha pasado de generación en generación.
LEG