La Policía de Israel intervino en el interior de la mezquita Al Aqsa de Jerusalén, lugar sagrado para los musulmanes, para desalojar a “agitadores” que habían introducido “fuegos de artificio, palos y piedras”.
El movimiento islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza, denunció un “crimen sin precedentes” y apeló a los palestinos de Cisjordania “a acudir en masa hacia la mezquita Al Aqsa para defenderla”.
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El templo está situado en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar santo del islam, ubicada en Jerusalén-Este, el sector palestino de la ciudad ocupado y anexado por Israel. La Explanada de las Mezquitas está erigida encima del Monte del Templo, el sitio más sagrado del judaísmo.
La violencia ocurre en medio del Ramadán musulmán y previo a la Pascua judía, una coincidencia que hace temer un estallido de violencia en la zona tras el aumento de hostilidades este año.
La Policía de Israel publicó una secuencia de video de más de 50 segundos que muestra explosiones de lo que parecen fuegos artificiales en el interior de la mezquita. Otro video muestra a policías antidisturbios avanzar dentro del templo, con escudos ante el lanzamiento de cohetes.
Después de este hecho, varios cohetes salieron desde Palestina, por lo que el Ejército israelí activó las sirenas de alerta en varias zonas urbanas cercanas a la Franja de Gaza.
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