En lo que va de este año, al menos cuatro activistas fueron asesinados en la región Sierra-Costa de Michoacán, donde autoridades advierten que los defensores del medio ambiente y territorio, llegan a ser víctimas al quedar entre el fuego cruzado de grupos criminales.
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El pasado 4 de abril, tras tres días desaparecido, se localizó el cuerpo de Eustacio Alcalá Díaz con impactos de arma de fuego. Él era activista originario de la comunidad San Juan Huitzontla, municipio de Chinicuila, de acuerdo con organismos internacionales, encabezó litigios contra una concesión minera.
Mientras que, en enero de 2023, fueron asesinados Isaul Nemesio Zambrano, de la encargatura de Xayakalan; Miguel Estrada Reyes, de La Cobanera, y Rolando Magno Zambrano, de La Palma de Oro, todos ellos integrantes de la Guardia Comunitaria de Aquila.
Un caso más, Antonio Díaz Valencia, profesor y líder comunal; y el abogado defensor de derechos humanos, Ricardo Arturo Lagunes, de quienes se desconoce su paradero desde el 15 de enero de este año, luego de perder contacto en Colima, tras su participación en una asamblea comunal en Aquila.
El secretario de Gobierno estatal, Carlos Torres Piña, dejó entrever la posibilidad de que los activistas lleguen a encontrarse en medio de la violencia que generan las bandas criminales en disputa por el control del territorio, tal como sucedió en el caso de Eustacio.
LEG