Con medio siglo de trayectoria como artista, Julio Carrasco, bajo encargo del gobierno de Israel, realizó Am Yisrael Chai, mural en el que se cuenta la historia del judaísmo. Aunque realizada en México, la obra tiene como destino el aeropuerto de Tel Aviv.
Será gracias a una técnica de invención de este artista plástico que esta obra monumental pueda enrollarse y de esta forma ser trasladada a la ciudad israelita.
Con 44 metros de largo y 5 de alto, este resultó ser “un proyecto que habla sobre la historia del judaísmo, abarca más de 4 mil años y llega hasta la conformación e inicio del desarrollo del Estado israelita”, declaró Carrasco en entrevista para 24 HORAS.
En una de las múltiples reuniones que sostuvo con el representante de la presidencia y el responsable de los eventos oficiales de Israel, quienes lo buscaron para que realizara el mural, “como buen sagitario, soy directo, les pregunté: ‘Bueno, ¿por qué escogieron a un mexicano que ni es israelita, no es judío y es agnóstico?’”, relató el artista.
Carrasco rememoró la respuesta: “Porque tú fuiste el elegido”. Sin embargo, aseveró que probablemente se debe a su trayectoria y los murales que ha pintado para diversos países.
Este trabajo supuso un gran reto para el mexicano. “Tenía que estudiar la historia del judaísmo, visitar museos en Europa, lugares en México relacionados y vinculados con la historia del judaísmo y, por supuesto, lecturas, pero con análisis de textos, para poder conformar un banco de datos y luego imaginar cómo esos datos o conceptos los convertía en figuras y en hechos. Esa preparación me llevó un año y fracción”.
MAESTRO DE LA TÉCNICA
En cuanto al aspecto técnico, Carrasco quien también estudió Ingeniería Química, también se enfrentó con algunas situaciones como el trabajar con pinturas acrílicas, de metacrilato de metilo, “la obra también cuenta con tres capas de barniz y una de UV para protegerlo de los rayos solares, porque todo eso hay que pensarlo”, añadió.
No obstante, para el muralista el mayor reto fue el tiempo para elaborar la obra. “Yo agendo las cosas por año y en este caso tenía que realizar tres proyectos, y eso no estaba contemplado en mi ruta crítica y eso hizo que tuviera que terminar el mural en un determinado tiempo, por lo tanto, yo no podía prolongarlo”.
Destaca la técnica que el pintor desarrolló, mediante la cual las obras pueden ser movilizadas. “Es una técnica en donde el mural se enrolla, incluso, está pintado sobre un soporte especial fabricado con polímeros plásticos lo que permite transportarlos a cualquier parte del mundo, como lo he hecho con otros murales que están colocados en diferentes continentes”.
Rodeado por la elipse que su mural sin pared formaba y que abarcaba toda la bodega que lo contenía, el pintor detalló: “Esto se va enrollado, cada lienzo pesa media tonelada, yo creo que más, porque no contemplé el peso de la pintura, los kilogramos de pintura que tiene, las capas de barniz. Va enrollado y se transporta en avión, no es la primera vez que lo voy a hacer”.
Asimismo, Julio Carrasco detalló que el mural cuenta con 57 rostros de personajes relevantes en la historia del judaísmo. Empezando por los bíblicos como Moisés, Abraham, Isaac, Jacob, Josué, los reyes Saúl, Joaquín, Salomón, antes el Rey David, para terminar con los más recientes, Gracia Mendes Nasi, Theodor Herzl y Ana Frank, entre muchos otros.
Este año el artista cumple 50 años de carrera y Am Yisrael Chai, que puede traducirse del hebreo como “El pueblo de Israel vive”, es el mural número 72 de Julio Carrasco.
“Éste ha sido para mí el más delicado, sobre todo porque plasma la historia de una nación que ha vivido muchos conflictos y que ha sobrevivido a ellos”, concluyó.
LEG