FERNANDA BASALDUA
Foto: Tu informativo / Tras un par de homenajes de cuerpo presente en Estados Unidos, la joven fue recibida en su natal Tacámbaro  

Escoltada por elementos de la Policía municipal y Bomberos de Tacámbaro, Michoacán, esta mañana se llevó a cabo la caminata para recibir las cenizas de la soldado mexicana, Ana Fernanda Basaldua Ruiz, quien perdió la vida en una base militar estadounidense en marzo pasado.

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Vestidos de blanco, con rosas, fotografías de la joven y pancartas, amigos y familiares acudieron a la entrada del ayuntamiento para escoltar sus restos hasta la Funeraria de la Cooperativa, donde la velaron hasta las 16:00 horas de este martes.

Su madre, Alejandra Ruiz Zarco, encabezó el recorrido, con la urna en sus manos; a su lado, la acompañaron también el papá de Ana, Baldo Basaldua –quien cargó en su regazo el uniforme de la ingeniera de combate– y su hermana, Natalie.

La caravana avanzó en silencio, cuesta abajo, y por momentos, Alejandra se detenía a recibir las condolencias y abrazos de los vecinos.

Menores de edad y jóvenes alzaron carteles con las leyendas “Justicia para la familia Basaldua” y “Vuela alto, anita”.

En la funeraria la esperaban arreglos florales: cientos de rosas fueron convertidas en alas que simulaban su partida.

Posteriormente, a las 17:00 horas, sus deudos ofrecieron una misa en su honor en el Templo de Nuestra Señora de Fátima.

LA HOMENAJEAN EN EU

Hace una semana, la soldado recibió dos homenajes en Texas, Estados Unidos. En el primero, organizado por su familia, los mariachis y la bandera mexicana se hicieron presentes para entonar “México lindo y querido, si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me lleven a Tacámbaro”, de donde es originaria.

Por otro lado, en la base militar de Fort Hood, sus compañeros la despidieron antes de su repatriación y pidieron que se esclarezca su caso, mientras que los veteranos montaron su última guardia alrededor del féretro.

El pasado 13 de marzo, Baldo Basaldua fue informado sobre el hallazgo inconsciente de Ana en una bahía de mantenimiento de la base, pero a pesar de los esfuerzos de los primeros auxilios, no sobrevivió.

El Departamento de Investigaciones Criminales del Ejército estadounidense sostiene, hasta ahora, que se suicidó. Sin embargo, su muerte se dio bajo un contexto de acoso sexual por parte de dos mandos.

 

 

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