Con 40 años de servicio, María de los Ángeles Rivera Guzmán, enfermera en el centro de salud T-II, de la colonia Ampliación Gabriel Ramos Millán, en Iztacalco, asistió a la presentación que se hacía del surtido de medicinas.

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, escuchaba e invitaba: “Estoy aquí de sorpresa para eso. ¿Qué medicinas faltan? Díganme la verdad”. Le mostraron los anaqueles abastecidos. El refrigerador con las insulinas.

Un lugar tan sobrio como limpio; tan modesto como iluminado y espacioso para la comunidad de una de las colonias más complejas de la capital donde varias calles no son libremente circulables: a muchos vecinos no les importa que sus vehículos estorben el flujo vehicular.

Ya había atendido una veintena de peticiones, supervisado obra, convocado a su equipo de trabajo, tomado fotos de una escuela desatendida —la Canadá— según decían madres de familia y su director, dando instrucciones.

A ver, dígame usted qué falta”, insistía Sheinbaum en el consultorio.

Preguntó sobre varias medicinas en sus nombres genéricos. La doctora Ana Beatriz Vilchis, directora de la jurisdicción, reconoció la integridad de la oferta médica. Nada faltaba. Estos espacios de salud están diseñados para atender núcleos de población cercana en un número de hasta seis mil personas.

Al salir del recorrido, en el que la acompañó la secretaria de Salud, Oliva López Arellano, la enfermera Rivera Guzmán le pidió un abrazo y la estrujo cariñosa y admirativamente. “Son 40 años, doctora Claudia, y me retiro en este”.

Este lunes fue una más de las jornadas de acercamiento que organiza el secretario de Bienestar Social, Rigoberto Salgado, en la capital nacional y que son lideradas por Sheinbaum. Una decena de secretarios y equipos actúa, encamina el procesamiento o resuelve de inmediato. Acompaña, para este caso, el alcalde Armando Quintero.

A finales del siglo pasado permeó una lógica del New Public Management, de la transferencia empresarial al ámbito público y la sustitución de ciudadanos por una noción de clientes. Ahora, la reconstrucción de la ciudadanía impulsa el giro hacia lo común, a convertir los derechos sociales en ámbitos de profundización democrática.

Un Gobierno que fomenta la participación y cercanía implica políticas generadoras de democracia activa, una esfera pública articulada por redes institucionales y comunitarias como las que se tejen en programas de bienestar y donde, como en este caso, se ilustra sobre supervisión directiva in situ. Si bien se muestra de lo local a lo nacional el tema de seguridad, el de salud es ilustrativo de una calidad de gestión.

    @guerrrerochipres