En el marco del Día del Libro, con un gran letrero en el que se lee “Bienvenidos”, la Feria del Libro y la Rosa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), enmarcada por las salas y museos del Centro Cultural Universitario (CCU) que la alberga, recibe desde temprano a ávidos lectores de todas las edades.
La oferta es amplia y variada para los asistentes que trajinan por los pasillos que forman los 143 stands de expositores. Desde las lecturas clásicas y obligadas, pasando por otras más novedosas y experimentales, textos científicos, libros de instituciones educativas, de editoriales independientes, feministas, anarquistas, hasta cómics, mangas y fanzines se encuentran en los estantes.
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No importa dónde se fije la mirada, por un lado se aprecia a la niña que no aguantó las ansias y se puso a leer parada el cómic que compró, una adolescente repasa los títulos en la infinita sección de literatura juvenil, mientras que una mujer de la tercera edad se pasea entre los pasillos de libros de historia y biología, decidiendo cuál llevar. Es fácil identificar a quien ya adquirió un libro, pues porta la rosa roja que regalan en los stands.
En tanto, desperdigados por toda la Feria, once foros —La Clementina, Utopía, Imaginación, Memoria, Libertad, Creatividad, Esperanza, Aquí tu cuentas tus historias, Equidad, Arcadia y Metrópolis— son el escenario de conferencias, presentaciones de libros, conversatorios, talleres, actividades lúdicas y lecturas en voz alta, llevadas a cabo por artistas y escritores.
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Con pláticas como “La censura religiosa”, “Militarización y libertad de prensa”, “Políticamente incorrectos”, entre otras, la Fiesta refrenda la temática de este año: Resistir con la palabra y la libertad de expresión, reflejadas en el arte del cartel, donde se aprecia a una mujer con la boca abierta, alzando la voz, mientras sostiene un libro.
El mar de gente no solo escucha o lee, también es partícipe activamente de la celebración de la lectura en el marco del Día del Libro: de ellos emanan pláticas, risas y opiniones suscitadas por la Fiesta del Libro y la Rosa, y, de los talleres, salen con encuadernaciones propias, cuentos y dibujos.