El avión presidencial TP01 José María Morelos y Pavón se vendió en una tercera parte de lo que costó originalmente, señaló el experto en economía y analista en temas de aviación Fernándo Gómez Suárez.
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Y es que aunque el presidente López Obrador cumplió con su promesa de campaña, el experto aseguró que se trató de una mala decisión para el erario con una operación que costó casi 7 mil 500 millones de pesos (unos 420 millones de dólares) y termina recuperando mil 656 millones de pesos ( solo cerca de 92 millones de dólares), considerando una paridad aproximada de 18 pesos por dólar.
Recordó que a pesar de que la nave presidencial estuvo parada mucho tiempo, se tenía que estar invirtiendo en certificaciones y mantenimiento para que estuviera en condiciones de volar y ofrecer pruebas de exhibición, incluso hubo vuelos para que lo vieran posibles compradores.
“Estamos hablando que costó unos 7 mil 500 millones de pesos ( unos 420 millones de dólares) con servicios y mantenimiento y si consideramos una depreciación pues solo el avión ya había perdido un 20 a 25% de su valor, pero más estos costos que estoy mencionando, pues terminó saliendo en casi la tercera parte de lo que originalmente costó”.
Para el analista aeroportuario, a México le hubiera convenido más quedarse el avión y darle uso, pero había una decisión política y se entendía que era un exceso también, “pero es un avión que en promedio utilizan varios mandatarios en el mundo”.
Incluso se pudieron haber usado los otros 10 aviones que tenía el Estado Mayor Presidencial, aviones de menor magnitud, de menor lujo, pero funcionales.
Gómez Suárez puntualizó que la política del presidente Andrés Manuel López Obrador de usar líneas comerciales con todo lo que implica “no nada más para el riesgo de los otros usuarios sino del propio presidente, de las instalaciones aeroportuarias, ya que son constantes las demoras que se ocasionan en vuelos donde viaja el jefe del Ejecutivo y su comitiva”.
Detalló que la decisión de la venta del avión presidencial fue tomada en el marco de una política de austeridad, pero el avión ya se había comprado, “osea salió más caro creemelo y estar comprando boletos de avión, porque no nada más son para el Presidente, es para toda su comitiva, y además para los guardias de seguridad que van ocultos o que van de manera discreta, y que por razones de seguridad tampoco se señala cuántos guardias viajan en el avión, entonces eso finalmente sale más caro que tener un avión propio”.
Finalmente comentó que hubiera sido más barato y conveniente usar el avión y no estar generando incertidumbre de inseguridad y riesgos que no se deben correr, ni con un primer mandatario, pero tampoco ninguna persona o cualquier simple pasajero que sea se merece correr ese riesgo y todo lo que se ocasionarían en caso de un atentado o de una posible agresión, pues los daños políticos, económicos y sociales para el país serían enormes.
Y es que como informó 24 Horas, después de cinco años de intentos e innumerables cambios sobre su destino, México al fin vendió el avión presidencial José María Morelos y Pavón. El comprador fue el Gobierno de Tayikistán, por una cantidad de mil 658 millones 684 mil 400 pesos.
La venta fue confirmada por el presidente Andrés Manuel López Obrador a través de sus redes sociales, en dónde explicó que la cantidad fue con base en el avalúo oficial.
El primer mandatario puntualizó que la cantidad fue depositada a la cuenta del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y subió un video donde mostrando la aeronave.
“Este dinero se invertirá en dos hospitales, en Tlapa, Guerrero y en Tuxtepec, Oaxaca, que serán construidos por los ingenieros militares e inaugurados antes de terminar nuestro mandato”, explicó el mandatario.
LEG