Derrota y Fracaso son dos de sus poemas de mayor fama, resonantes en la siempre convulsa América Latina, pero el éxito ha sido fiel compañero del venezolano Rafael Cadenas.
Nacido en 1930 en la ciudad de Barquisimeto, este hombre de cabello gris y lentes de pasta que solo usa al leer es un autor esencial para la poesía hispanoamericana de las últimas décadas.
TE PUEDE INTERESAR: Legado cultural de Nobel Octavio Paz ve la luz 25 años después de su muerte
Este lunes recibe el prestigioso Premio Cervantes en España, que se suma a otros galardones como el Premio Nacional de Literatura en Venezuela, el Premio de Lenguas Romances en México y otros.
El jurado del Cervantes reconoció al elegirlo “la trascendencia de un creador que ha hecho de la poesía un motivo de su propia existencia y que la ha llevado hasta alturas de excelencia”.
Su impacto, paradójicamente en el caso de un escritor, responde a su “desconfianza en el lenguaje”, según la poeta venezolana Yolanda Pantin.
“Escribe interrogando los excesos de la lírica. A las audiencias de los recitales de poesía les gusta escuchar danzar a las palabras para caer en una suerte de hechizo. La poesía de Rafael es exactamente lo contrario, en lo escueto de la escritura, en la exactitud de las palabras, es un maestro”, dijo Pantin en entrevista.
“Cuando me avisaron (del Premio Cervantes) pensé que era una broma, un desvarío del Quijote”, bromeó Cadenas, de 93 años, ante la prensa tras llegar a Madrid.
La vasta obra que ha dejado desde su primera publicación, “Cantos iniciales” (1946), cuando tenía 16 años, descarta cualquier desvarío.
Crítico de los gobiernos de Nicolás Maduro y su antecesor Hugo Chávez, simpatizaba en su juventud con el Partido Comunista, lo que lo llevó al exilio en Trinidad y Tobago en tiempos del dictador Marcos Pérez Jiménez.
Allí se acercó a autores de habla inglesa como Walt Whitman y D.H. Lawrence, tras las influencias iniciales de la generación española de Antonio Machado.
Fue, pese a todo, “un exilio feliz”, según Arroyo Gil.
En tiempos de masivo éxodo en Venezuela, Cadenas sigue viviendo en Caracas y, según dijo, su “intención, por supuesto, es seguir escribiendo”.
LEG