Veinticuatro horas después, nada se sabe a ciencia cierta sobre el estado del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Pero hay señales que preocupan o confunden; o ambas cosas.

Por ejemplo, ¿qué tenía que hacer todo el gabinete en la mañanera de ayer que condujo -es un decir- el secretario de Gobernación Adán Augusto López?

¿Qué señales quiso mandar el Gobierno lopezobradorista con esa exhibición inútil?

Inútil porque nada más estuvieron de espectadores.

López Obrador siempre ha jugado con los simbolismos; es su especialidad.

¿Todos en apoyo moral al Presidente? ¿Y por qué ahora sí y en las dos ocasiones anteriores que se contagió de Covid no se hizo tal exhibición?

¿O era apoyo al secretario de Gobernación?

Total, la mañanera solo sirvió para ver los rostros de funcionarios que tenían meses sin aparecer en público, pero de información sobre la salud presidencial no hubo nada.

Ahora ya no se sabe si es por estrategia o por incapacidad, pero el hecho de que dejen correr el fuego en la pradera seca nunca ha sido una buena idea.

Si fue para medir la popularidad presidencial, pues ya les quedó claro que hasta sus más feroces críticos le desearon pronta recuperación; así que por ahí no debe ser.

¿Entonces?

Ya solo falta, para completar el cuadro, que siempre “solidarios’’ gobernadores de Morena, “invitados’’ por Claudia Sheinbaum, publiquen un desplegado a favor de la salud presidencial.

Mientras que sigan corriendo las especulaciones.

****
Por estos días, era tradicional que, de cara al Día del Maestro, en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), hubiera mucho movimiento producto de la revisión de las condiciones generales de trabajo que terminaban con el anuncio del incremento salarial correspondiente al año en curso.

Pero desde que el SNTE se entregó a los brazos del gobierno lopezobradorista, todo es historia.

El SNTE es un gremio domesticado, sin alma, y dispuesto a hacer, sin chistar, lo que diga el Gobierno.

Su dirigente -su administrador, mejor dicho-, Alfonso Cepeda Salas, se volcó totalmente del lado de la 4T y no ha sido capaz de articular una opinión seria, válida, sobre los cambios, por ejemplo, en los libros de texto de educación básica.

Y para quienes digan que lo mismo pasaba con el SNTE de Elba Esther Gordillo, solo hay que buscar en internet los pleitos que tuvo con Zedillo, Fox y Calderón -hasta con Peña Nieto, que la llevaron a prisión-, cuando se rebeló en contra de políticas de Estado que atentaban contra los maestros y la educación.

¿Será que ahora sí los maestros están en el nivel salarial que los de Finlandia y no lo sabemos?

****
Cómo estará la nueva ley minera, aprobada por Morena y sus socios en San Lázaro, que, hasta el muy impugnado Napoleón Gómez Urrutia, dueño, perdón, dirigente del sindicato minero salió a protestar el texto.

El senador por Morena -el mismo que se aventó el show de llevar invitados a la sesión del Senado y subirlos a la tribuna para la foto en pleno debate-, dijo que la iniciativa aprobada por los diputados perjudicará a los pequeños productores y favorecerá a las transnacionales del sector.

Y mire, que Gómez Urrutia rarísima vez sale a medios, pero algo debió afectarle la votación en San Lázaro para que se manifestara en contra de esa ley que, para ser vigente, aún tiene que pasar por el tamiz de la Cámara alta, en donde podría dormir el sueño de los (in)justos hasta el próximo año.

LEG