El jazz, es el género musical que más se asemeja a la vida porque en él hay que improvisar y resolver, si en algún momento te tropiezas y te caes te tienes que levantar; te vas a equivocar, te vas a perder, el problema será que no te encuentres rápido, dijo el director de orquesta Pavel Loaria.
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Es por ello que la música puede ser un catalizador para los niños y los jóvenes pues gracias a esta que es una de las bellas artes, deben aprender de disciplina, respeto, trabajo en equipo y hasta honestidad para alcanzar el éxito.
“Los cambios en ellos se ven reflejados de forma inmediata porque vienen de estratos sociales, culturales y económicos muy diferentes y lo que los une es el jazz; gracias a la música podemos ver los resultados pues los integrantes de la banda solo hablan de cómo mejorarla, de cómo apoyarse como compañeros y no de qué marca es su ropa o quién tiene el mejor celular y eso es muy gratificante”, dijo en entrevista con 24 HORAS Pavel Loaria.
El fundador de la Big Band Jazz Infantil y Juvenil agrega que en esta agrupación –en la que es indispensable la participación de los padres de cada uno de sus integrantes–, se trabaja en las soluciones para que los jóvenes lleguen a ser los mejores en lo que hacen, independientemente si deciden continuar en esta profesión o dedicarse a otra.
“Lo difícil del jazz a diferencia de otros géneros es la improvisación, por eso me encanta tanto porque además se asemeja a la vida. Incluso, aquí es donde ellos se ponen las pilas porque no es lo mismo subirse al escenario y recibir los aplausos sin lo que yo llamo ‘la talacha’, hay que estudiar y eso se hace en casa con el apoyo de los padres si es que les cuesta algo de trabajo esa parte de la disciplina. Pero también hay muchos estudiantes que lo hacen en automático”, añadió el también músico.
LA MÚSICA HA SALVADO VIDAS
Para Pavel Loaria, la suya es una labor gratificante, la cual tiene como objetivo primordial el acercar a los niños y jóvenes a la música, especialmente al jazz tomando como base los soundtracks de las películas animadas así como de caricaturas.
Con las herramientas básicas, las nuevas generaciones pueden conocer el repertorio, la historia, los músicos destacados, así como el lenguaje musical que los ayude a lograr su desarrollo intelectual.
“De esta forma, los ayudo a entender que hay muchos géneros musicales y que no solo existe el reguetón. Es un poco imposible quitarles los gustos musicales actuales, además de que no es algo que yo quiera hacer.
“Pero independientemente de eso, la música les ha salvado la vida a muchos chicos porque los aleja de las malas compañías, pero sobre todo los sensibiliza en este mundo que ahora es tan agresivo por el contacto con las redes sociales que se vuelve un mundo de mucha violencia”, sostiene.
De esta forma, la Big Band Jazz Infantil y Juvenil de Pavel Loaria regresará al escenario que los vio nacer como una agrupación profesional este 7 de mayo y que es el Lunario del Auditorio Nacional, con un repertorio de caricaturas o de películas animadas como La Pantera Rosa y Gato Jazz, de los Aristogatos, hasta temas de Duke Ellington; y Equinox de John Coltrane interpretada solo por mujeres de edades desde los nueve a los 16 años de edad.
Pero antes, el viernes se presentarán en el Alcázar del Castillo de Chapultepec; al día siguiente en el Centro Cultural Universitario en Querétaro; el domingo celebrarán su séptimo aniversario en el Café Mozart en la capital queretana y luego hacer su regreso triunfal a su escenario natural de Ciudad de México, donde correrá la buena música y energía de estos jóvenes a las 13:00 horas.
SABÍAS QUE
La Big Band Jazz Infantil y Juvenil de Pavel Loaria se fundó en 2016; en ella han pasado tres generaciones de niños y jóvenes desde los 9 y hasta los 23 años de edad y a lo largo de estos siete años, se han formado casi un centenar de chicos.
LEG