El impresionismo del francés Claude Monet , llega al Museo Nacional de Arte con la exposición Monet, luces del impresionismo.
La obra se compone de tres obras, dos de ellas las cuales nunca habían sido vistas en México.
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“La importancia de Monet en la historia del arte es debido a que fue el pionero de un movimiento que rompió con lo establecido, que fue criticado por a un lado el arte de la academia”, dijo su curador Héctor Palhares Meza, en conferencia de prensa.
“El francés logró captar formas desdibujadas, borrosas, paisajes que rompieron con el realismo establecido de la época y que le valió críticas por salir del taller para pintar con la luz del sol. No sólo naturaleza sino el París de la Belle Epoque”, continuó.
Monet, luces del impresionismo, crea un diálogo entre los cuadros del de Giverny y los de la misma corriente hechos por maestros mexicanos como
Las tres pinturas de Claude son piezas clave en su acervo, pues se trata de Los nenúfares, una pintura en un formato circular que innovó en su tiempo y también se exhibe Valle Buona, cerca de Bordighera, estas dos pinturas pertenecen al Museo de Arte de Dallas.
La última pintura del francés es Paisaje en Port-Villez, la cual proviene del Museo Soumaya y es la primera vez que es exhibida en otra sede.
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Esta muestra de impresionismo europeo crea un diálogo con obras de mexicanos como Joaquín Clausell y José María Velasco, quienes aportaron al movimiento y sus pinturas son testigos de una Ciudad de México lejana en el tiempo.
Monet, luces del impresionismo, inaugura hoy a las 19:00 y estará disponible hasta el 27 de agosto.
CSAS