El golpe es severo.
De un plumazo, los poderes Ejecutivo y Legislativo han marginado a las instituciones educativas generadoras del 70% de la investigación nacional.
Al frente de ellas está la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero con ellas van muchas otras instituciones públicas federales y estatales: IPN, UAM, ANUIES, Cinvestav…
Es el efecto de la recién aprobada Ley General de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación so pretexto de la austeridad republicana, humanismo mexicano y por supuesto entrega directa de recursos a estudiantes e investigadores.
Por esa vía se creará un Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
El Gobierno ha sido prolífico en autoelogios y despliega una campaña nacional donde asegura haber consultado para ello a más de 70 mil especialistas, científicos e instituciones de enseñanza superior.
La consecuencia es fortalecer al Conacyt, cuya polémica directora María Elena Álvarez-Buylla ha sido incapaz de cumplir inventos y producción masiva de ventiladores para enfermos de Covid-19.
EN MALAS MANOS
La sentencia está dictada.
Sólo la Suprema Corte de Justicia, liderada por la ministra Norma Piña, puede salvar a la ciencia del daño mayúsculo promovido por el Gobierno y materializado por las bancadas oficialistas en el Congreso.
Entre la comunidad científica circula un análisis de Eduardo Aranda-Bricaire y Alma Maldonado, especialistas respectivamente de Ingeniería Eléctrica e Investigaciones Educativas del Cinvestav del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
En lugar de ser un organismo dominado por la academia y la investigación, se incorpora al Consejo Directivo a las secretarías de Estado, incluidas la de Defensa Nacional (Sedena) y la de Marina (Semar).
Dicho Consejo, además, estará conformado con ocho supuestos representantes de “todos los sectores” escogidos por el Órgano Interno, quienes serán minoría ante 14 representantes del Gobierno.
Queda claro, también, el compromiso oficial de entregar financiamiento y becas a quienes trabajen en las líneas prioritarias definidas desde el Ejecutivo, mientras las demás no captarán ese interés.
Hay muchas otras observaciones de Arana-Bricaire y Maldonado, pero una destaca: la titular del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, presidirá la junta directiva y será juez y parte.
Su (in)capacidad está probada.
RELACIÓN CON EU
1.- En muchos recorridos, el embajador Esteban Moctezuma intenta recomponer la relación con Estados Unidos.
Ayer estuvo en Sacramento y hoy visitará la Universidad de Stanford y en el Capitolio de California para celebrar el Día de México.
Así se llama a la conmemoración de la Batalla de Puebla, cuyo final se da en la Casa Blanca el 5 de mayo.
Y 2.- La tranquilidad ha regresado a la sede del PRI.
La dupla Alejandro Moreno-Carolina Viggiano elabora un programa de largo plazo con dos objetivos, el inmediato con escala en Coahuila y el Estado de México, y el mediato en 2024.
Lo anunciará en una cruzada nacional y la parte culminante será la consolidación de la alianza Va por México con su respectiva plataforma y la lista de candidatos a diputados y senadores al Congreso federal.
LEG