Nerviosos están los hoteleros de este país por el proyecto de modificación al artículo 43 de la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC) que obligaría a los prestadores de servicios de hospedaje “desagregar” la tarifa hotelera del resto de servicios, a fin de transparentar cada cosa que están pagando los huéspedes. Pero ¿Qué pretende esta modificación?
El objetivo de dicho proyecto es que los proveedores de sistemas todo incluido informen oportunamente las tarifas a los consumidores y en su caso el monto de las contribuciones aplicables a cada una de estas.
Por unanimidad, y con 459 votos, el pleno de la Cámara de Diputados ya aprobó en marzo pasado reformas de ley y dicho dictamen ya fue turnado al Senado de la República para ser votado.
Pero dicen los diputados que lo promueven, que no buscan desincentivar al sector y tampoco incidir negativamente en la libre concurrencia del mercado, más bien lo que quieren ellos es proteger a los consumidores, generando un mejor marco normativo que garantice un consumo más transparente.
A este respecto ya se pronunció el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) cuyo presidente Braulio Arsuaga señaló en un documento su postura.
De entrada el CNET dice que es improcedente e innecesaria la adición de un tercer párrafo al artículo 43 de la Ley Federal de Protección al Consumidor y que no contribuye a la transparencia, ni ayuda a proteger al consumidor.
Porque desagregar los servicios no aportaría ningún elemento que sea relevante para la toma de decisiones por parte del consumidor, ya que este considera el costo total del paquete al realizar su elección de compra
También afirma que la LFPC en su Artículo 43 párrafo segundo ya proporciona dicha transparencia, ya que obliga a los prestadores a informar sobre lo que están comprando, que los empresarios turísticos se aseguran de que la información que recibe el consumidor sea completa y fidedigna.
Señala que el “Todo incluido”, literalmente es un concepto que no limita los servicios, alimentos o bebidas al consumidor; que es imposible desglosar algo que no está limitado, porque cada persona decide cuánto come o bebe y que en el caso de los restaurantes este tipo de oferta ofrece más valor por el mismo precio.
Dice que este requerimiento no se podría cumplir y seguramente encarecerá las tarifas y provocará que los destinos turísticos sean menos atractivos.
Que el sector hotelero es una de las actividades económicas con mayor competencia, lo cual beneficia a los consumidores ya que el concepto todo incluido es muy atractivo para las personas y familias que lo consideran una forma cómoda y segura de viajar.
Además el CNET comenta que los hoteles todo incluido de ninguna manera constituyen un monopolio, ya que el consumidor es el que elige entre las muy diversas formas de alojamiento que existen en cada destino.
Que antes de la pandemia los hoteles Todo Incluido representaban el 42.1% de los ingresos totales a nivel nacional de los establecimientos de alojamiento temporal con servicios integrados y en estados como Quintana Roo sube a 63%.
Finalmente. los hoteles todo incluido afirma el CNET que contribuyen a la economía local mediante la compra de una amplia gama de bienes y servicios necesarios para su operación.
Interesantes los postulados del organismo cúpula del turismo en México, estamos de acuerdo en que para este tipo de reformas deben integrarse mesas de análisis y discusiones que integren a los expertos, de menos para que quede registro de que los empresarios hoteleros informaron de los peligros de dicha modificación a los legisladores.
Por lo pronto los hoteleros del todo incluido se sienten en riesgo.
LEG