En diferentes zonas de Mérida, Yucatán, durante las últimas semanas, se reportó la caída de colibríes producto del intenso calor, la deforestación, y el esfuerzo intenso que deben hacer para buscar alimento, debido a que cada vez es más difícil encontrar plantas con floración.
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El Proyecto Santa María reportó que las aves tienen un acelerado metabolismo y tienen que comer cada 20 o 30 minutos, pero cada vez les es más difícil encontrar alimento, debido a la deforestación y el crecimiento de las planchas de cemento, por lo que tienen que rutear o volar distancias largas.
“Simplemente el hábito de cambiar plantas nativas, tal vez, no tan atractivas por plantas exóticas y vistosas, pero que no proporcionan alimento a estas aves, resultan ser factores determinantes”, señaló la agrupación.
A lo anterior, se suman las altas temperaturas que agobian en el sureste, lo que resulta en más ejemplares caídos y posteriormente muertos, en muchos casos, por gatos, autos o simplemente por falta de alimento, o por estar largo rato sobre el pavimento caliente.
La especie de colibrí que se encuentra es Garganta rubí (Archilochus colubris), es migratoria procedente de Estados Unidos y Canadá, y llega a la Península de Yucatán.
Cuando hay un reporte, la agrupación acude para alimentar al ave, y en coordinación con Guardaparques del Ayuntamiento de Mérida, se les reincorpora en algún sitio para que continúe con su vida libre, en zonas donde hay avistamiento de otros ejemplares para que continúen su ciclo natural.
LEG