Tras las extravagancias que desfilaron el pasado lunes por la alfombra roja de la gala del Metropolitan Museum of Art (MET) de Nueva York, continúa el homenaje a Karl Lagerfeld en una gran exposición sobre este creador “camaleónico” que dejó una impronta indeleble en la moda y la cultura.
Modisto estrella, conocido tanto por su estilo con trajes negros y coleta blanca, como por su fuerte personalidad y los espectaculares desfiles en el Gran Palais de París, el Kaiser recorrió más de 60 años de moda.
Hasta su muerte en 2019, dejó su huella en casas como Chanel, Fendi o Chloé, como un “camaleón” que “pasaba de una marca a la otra”, dijo Andrew Bolton, conservador jefe del departamento de moda del MET.
Lagerfeld, dice el también curador de la exposición, fue un “creador total, que hacía todo, desde los accesorios, los cosméticos y la ropa”, y logró maridar “arte y comercio”, inventando un “modelo para la industria de la moda”.
Esta primera gran retrospectiva desde su muerte, titulada Karl Lagerfeld: Un trazo de belleza, explora la dualidad del artista, maestro de la reinvención, que adaptó el célebre traje en tweed de la casa Chanel con una minifalda para rejuvenecer la marca.
“Uno se puede inspirar de una idea del pasado, pero si se retoma tal cual, nadie la quiere”, decía Lagerfeld, conocido por sus aforismos.
Alrededor de 150 trajes, acompañados de sus bocetos hechos a mano, se exponen en las salas donde dialogan temas aparentemente opuestos: femenino/masculino, romántico/militar, rococó/clásico, histórico/futurista.
La exposición, apoyada por Chanel, Fendi y por la sacerdotisa de la moda Anna Wintour, apenas aborda la fuerte personalidad de Lagerfeld y su vida privada.
LEG