El hecho de que herramientas de Inteligencia Artificial generativa, como ChatGPT, permitan realizar ensayos y textos académicos, así como las pautas de su estructura, hace que sea prácticamente imposible distinguir si hay plagio, señaló experta del Tecnológico de Monterrey, por lo que declaró como imperativo reestructurar la actividad docente.
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En el ámbito educativo, estas tecnologías pueden impactar en las estrategias de evaluación de docentes y, por tanto, en el desarrollo del pensamiento crítico de las y los estudiantes, expuso la doctora Lourdes Epstein, profesora de la Escuela de Humanidades y Educación del Tecnológico de Monterrey.
“Los alumnos pueden ser muy hábiles en hacer un copy paste desde hace mucho tiempo, y ahora, con el ChatGPT mucho más, porque te puede poner las cosas en los términos en los que tú le digas y es prácticamente imposible distinguir si hay plagio o no”.
Ante esto, la académica declaró que las y los maestros deben “derrotarse” en identificar si hay plagio o no y, en cambio, recomendó una reestructuración de la actividad docente, sobre todo en las instituciones de educación superior.
“Para que haya procesos creativos necesitamos pedirles entregas, evidencias de una forma completamente distinta a los alumnos de lo que hacemos. Pedir un ensayo como fruto o como evidencia de aprendizaje es algo que yo ya no recomendaría”.
Por ello, explicó que, en adelante, “tenemos que pensar en procesos de construcción colectiva de conocimiento de involucramiento con las instancias que pueden hacerles entender o aprender”.
Asimismo, en cuanto a las preocupaciones que han surgido en torno a una posible sustitución de profesionistas por esta tecnología, la experta aclaró que, mientras se inviertan esfuerzos de igual manera y velocidad en capacitación respecto de ella, “no creo que estén amenazados, sino más bien están potenciadas las posibilidades de trabajo y de desarrollo dentro de estas líneas”.
Epstein también suscribió la carta firmada por numerosos expertos en la materia, y encabezada por el empresario Elon Musk, donde se pide ralentizar, al menos por seis meses, las investigaciones y avances en Inteligencia Artificial.
Esto, porque aún hay cuestiones legales y éticas que, de no atenderse, tendrían resultados catastróficos.
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Concluyó al exhortar a la comunidad internacional a seguir los puntos que Sam Altman, cabecilla del equipo que desarrolló ChatGPT, esgrimió respecto de esta tecnología: continuar su desarrollo cuando se tenga la certeza de que se puede controlar y predecir; y hacer un esfuerzo internacional de coordinación para que sea regulada y normada.
CSAS