Los hijos del presidente Andrés Manuel López Obrador, José Ramón y Andrés López Beltrán, visitaron ayer el Palacio Nacional.
José Ramón fue el primero en llegar y estuvo acompañado de su esposa, Carolyn Adams, y su hijo. Andrés arribó después.
Ambos fueron cuestionados a su salida por el motivo de la reunión, pero no respondieron.
La visita se dio luego de que el mandatario dijera que sus hijos, José Ramón y Andrés, no son corruptos.
La declaración del mandatario se da tras la publicación de unos reportaje de Latinus que revela una presunta red de amigos de su hijo Andrés Manuel López Beltrán, la cual ha obtenido contratos por 100 millones de pesos de la Administración federal.
“Sí deben de existir (los contratos), pero mis hijos no tienen nada que ver. Mis hijos no son corruptos, o sea, nada que ver con Loret de Mola, que se ha dedicado a hacer un periodismo mercenario con fines de lucro”, argumentó AMLO la semana pasada en su conferencia Mañanera.
En el caso de José Ramón, Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI) publicó que habita una casa en Coyoacán, propiedad de una trabajadora de un medio de comunicación que ha recibido contratos de publicidad con el Gobierno federal.
La propiedad está a nombre de Guillermina Aurea Álvarez Cadena, quien es asistente de la directora general del periódico La Jornada, Carmen Lira.
LEG