Desaparición de Ceci Flores
Foto: FB Madres buscadoras de sonora / “Ante la negligencia por parte de las autoridades para la búsqueda de investigación de mis hijos, pues me di cuenta que tenía que ser yo la que saliera en su búsqueda”, contó  

Sin apoyo de las autoridades gubernamentales, ni de la sociedad, madres de desaparecidos se agrupan en colectivos para hallar a sus hijos por cuenta propia. A pesar del olvido oficial y de las amenazas, a mujeres como Cecilia y María Luisa el amor por sus vástagos las motiva a seguir la búsqueda.

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Cecilia Flores, quien perdió a sus hijos Alejandro, de 21 años en octubre de 2015, y a Marco Antonio y Adrián el 14 de mayo de 2019 -fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora– es una de ellas, quien con palas y picos como únicas herramientas, ha encontrado miles de fosas clandestinas, junto a otras mujeres.

“Ante la negligencia por parte de las autoridades para la búsqueda de investigación de mis hijos, pues me di cuenta que tenía que ser yo la que saliera en su búsqueda”, contó en entrevista para 24 HORAS.

Ella empezó a transmitir sus rastreos por Facebook, lo que hizo que se encontrara con otras mamás en la misma situación. Al inicio “éramos 22, nomás que estábamos ya unidas en la búsqueda”, pero después “nos empezamos a unir muchísimas madres y cada día éramos más, así que ahorita ya somos más de dos mil mamás que estamos en la búsqueda”, cuya labor hasta ahora ha llevado a encontrar a “2 mil 200 (desaparecidos) con vida y 2 mil 300 sin vida”.

ESPERANZA PERDIDA

A seis días de que Ceci, como la llaman de cariño, iniciara su primera búsqueda recuperó vivo a su hijo menor, Adrián. Gracias a que su labor empezó a tomar relevancia en redes, recibió una llamada en la que los secuestradores le dijeron que le tenían su regalo del Día de las Madres y se lo devolvieron. “Volvió una parte de mi vida a mi cuerpo”, explicó. No obstante, aún no logra encontrar a Antonio y a Alejandro.

Recientemente, la sonorense realizó un rastreo y localizó restos que estaba casi segura eran de uno de sus hijos, Sin embargo, la Fiscalía confirmó que lo hallado no pertenece a Antonio.

Luego de este anuncio, dijo que no dejará de buscar a sus hijos porque “todavía hay muchas historias y cariño escondido entre la tierra”.

A pesar de estar en el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, eso no ha eximido a la mujer, así como a otras madres del colectivo, de ser amedrentadas, violentadas e, incluso, asesinadas. “El amor por nuestros hijos, el amor, la necesidad de traerlos de vuelta a casa, eso es lo que no me hace desistir de buscarlos, la necesidad que tengo de volver a verlos y que ellos vuelvan a casa”.

A las autoridades, Ceci las llama para “que se pongan a hacer su trabajo, porque ellos se postularon, trabajaron, estudiaron y se prepararon para tener el puesto que tienen, nosotros no.(…) Así que si ellos hacen su trabajo, nosotros no vamos a tener necesidad de estar exponiendo nuestra vida constantemente en la búsqueda”.

Y EN PUEBLA…

De manera similar, pero al centro de la República mexicana, en Puebla, se encuentra María Luisa, quien no supo más de su hijo Juan de Dios, quien viajaba junto a sus amigos Vicente y Abraham, tras hablar por teléfono con él por última vez la noche del 28 de abril de 2017.

Pasó un año sin que las autoridades le dieran avances o respuestas de la investigación. “Realmente nunca lo buscaron, no trabajaron las telefonías donde tienen seguimiento. Yo dí una línea de investigación y nunca le dieron seguimiento, hasta el día de hoy. Ya han pasado seis años”.

Ante esto, con la ayuda del activista y acompañante de familiares de víctimas de desaparición, Julio Mata, comenzó el primer colectivo en el estado llamado Voz de los Desaparecidos en Puebla. “Yo soy la voz de Juan de Dios, la voz de Abraham y de Vicente”, señaló.

Con sus propios medios y sin el apoyo de la Fiscalía poblana, María Luisa logró localizar los restos de su hijo y sus amigos, tras cinco años de búsqueda. “El año pasado, el 18 de febrero, encontré a los tres juntos, sin vida, en una fosa clandestina”.

“La desaparición de un familiar implica una muerte lenta de todos los días y durante el tiempo que dure y que vivas, es una muerte, pero cuando lo encuentras, se muere la esperanza y terminas de morir tú”.

A pesar del hallazgo, ella continuó su labor como madre buscadora, “¿por qué sigo? Porque cuando yo fundé el colectivo no pensé sólo en mi hijo, pensé en las demás madres buscando a los suyos”.

Ambas mujeres coincidieron en que la formación de estos colectivos se equipara a contar con el apoyo de una familia, puesto que es con el resto de madres con las que comparten su dolor.

CITAS

“No dejaré de buscarlo ni de buscar (a sus hijos), porque todavía hay muchas historias y cariño escondido entre la tierra”
Ceci Flores
Madre buscadora de Sonora

“La desaparición de un familiar (en este caso su hijo) implica una muerte lenta de todos los días(…) pero cuando lo encuentras (sin vida), se muere la esperanza y terminas de morir tú”

María Luisa
Madre buscadora de Puebla

NOMBRE: Cecilia Flores
Colectivo: Madres Buscadoras de Sonora
Desaparecidos: sus hijos Marco Antonio y Alejandro

NOMBRE: María Luisa Núñez
Colectivo:
Desaparecidos: su hijo Juan, a quien ella localizó sin vida

Protestan para exigir que sus hijos regresen a casa

Por Redacción 24 Horas

El 10 de mayo no será un día feliz para las madres de personas desaparecidas, quienes se manifestaron ayer frente al palacio de Gobierno de Nuevo León para exigir la localización de sus hijos.

Mujeres pertenecientes a la agrupación Amores protestaron frente a la Explanada de los Héroes, para solicitar que las autoridades trabajen para que sus hijos vuelvan a casa.

En el lugar, algunas mamás denunciaron que están en la búsqueda de sus familiares desde hace más de una década, sin que se tenga avance alguno en las investigaciones o pista sobre su localización.

Con las consignas ¡Hijo, escucha, tu madre está en la lucha! y ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!, las inmediaciones y escalinatas del edificio gubernamental se cubrieron con los rostros de las personas ausentes, rodeados de huellas simbólicas que evocan los largos caminos que se recorren para hallarlos.

En todo el país, colectivos de madres buscadoras, víctimas de violencia vicaria y feministas, alistan protestas para hoy, porque en una fecha tan significativa para las familias, muchos hogares no tienen motivo para festejar.

LEG