mujer trabajo
Foto: Pixabay / Las expertas destacaron que los puestos más altos, como una imagen de autoridad de confianza y de liderazgo se relaciona todavía por estereotipos y prejuicios en hombres  

En pleno 2023, las madres siguen sufriendo una brecha de desigualdad laboral y salarial con leyes que no les ayudan, además de estructuras de trabajo que fueron pensadas el siglo pasado en función de que quien trabajaba era el hombre, coincidieron especialistas.

TE PUEDE INTERESAR: Falsa alarma: Alerta sísmica se activa por trabajos de mantenimiento

Los puestos más altos dentro de las empresas,  siguen siendo ocupados en su mayoría por hombres, señalaron las expertas.

Valeria López Vela, profesora del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), reconoció que las madres no tienen los mismos derechos laborales que los hombres, porque las leyes y las reglas de trabajo fueron pensadas para una estructura de familia tradicional del siglo pasado, en donde el papá salía a trabajar y la mamá se quedaba en la casa criando a los hijos.

Lo anterior, aseguró, ya no ocurre porque tanto las mamás y los papás en muchos casos tienen que salir a trabajar ambos.

En ese sentido aseguró que la primera desigualdad para la mujer es que en la mamá regularmente recae la responsabilidad del cuidado y crianza de los hijos y del hogar, lo que genera una inequidad laboral.

Un segundo problema con el que tienen que  lidiar las madres de familia, explicó López Vela, es que en México el 50% de los hogares son mantenidos por una mujer, jefa de familia. 

“Esto quiere decir que una sola persona, en este caso una mujer, se hace cargo de todos los gastos de manutención de la casa. Esto podría no tener ninguna complicación salvo que la brecha salarial en México sigue siendo muy alta. Es decir, a las mujeres nos siguen pagando menos que a los varones por funciones prácticamente iguales”, aseguró.

Puntualizó que las madres no pueden llegar a los puestos más altos dentro de las organizaciones, porque  generalmente la imagen de autoridad de confianza y de liderazgo se relaciona todavía por estereotipos enfocados hacia hombres, lo cual impide de manera sutil pero efectiva que las mujeres puedan llegar a las posiciones más altas y tener mejores ingresos.

Por su parte,  Ana Yeli Pérez Garrido, asesora jurídica del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), explicó que según las estadísticas internacionales y nacionales sigue habiendo una brecha de desigualdad laboral importante contra las madres.

Explicó que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (la ONU), en 2017 se señalaba que las tasas de desempleo de mujeres y hombres eran de 10.4% en el caso de mujeres y el 7.6% en el caso de hombres; había una diferencia de 2.8 puntos y también, una diferencia de hasta 10% más respecto al salario para hombres”, detalló.

“Me parece importante resaltar que en el tema de cuidados, la responsabilidad sigue recayendo de manera significativa en las mujeres, creo que esto también implica o impacta en en el ingreso económico y pues genera esta desigualdad”, enfatizó.

Pérez Garrido añadió que estas labores disminuyen las oportunidades para las mujeres para tener mejores prestaciones e incluso para poder aspirar a mejores puestos laborales.

“Cuando analizamos quiénes son las personas que ocupan los puestos directivos en las empresas, o los cargos de mando a nivel gubernamental, observamos también está diferenciada de género que principalmente tiene que ver con desigualdades históricas y sociales que aún persisten en la sociedad, entre ellas quiénes se hacen cargo del cuidado de las Personas Adultas Mayores, de los enfermos”, dijo.

Mientras que Victoria Alva Lugo, especialista de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, puntualizó que se tiene que trabajar en la parte de la educación, porque precisó que de la población total, 52% son mujeres respecto a hombres y únicamente de esa cantidad de mujeres, el 44.9% alcanza una educación media superior y superior.

“Vamos a ver limitantes en cuanto a la preparación en las ocupaciones que van a poder alcanzar (las mujeres), 27.5% concluyeron la etapa de la educación secundaria, pero vamos a encontrar todavía un 5.7% de mujeres que no van a tener escolaridad; 8.3% que la van a tener incompleta y pues ni siquiera han concluido la primaria, entonces también esta parte…  limita la capacidad de competir laboralmente para ellas”.

 

LEG