Marcha día de las madres Valeria ChaparroOK
Foto: Valeria Chaparro / Bajo la consigna “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, madres marcharon al Ángel de Independencia exigiendo la aparición de sus hijos  

Este 10 de mayo, decenas de colectivas marcharon en la Ciudad de México en demanda de la aparición de sus familiares y de justicia.

Mientras que los restaurantes se encontraban llenos por las celebraciones a las madres mexicanas este miércoles, en las calles de la Ciudad de México se encontraba otra cara de la maternidad, la del país con más de cien mil víctimas de desaparición forzada.

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Leslie, Óscar Arturo, Juan Antonio, Cristian Jesús, Walter Iván, Blanca Areli, José Eduardo, África Leonor, Grisell, Dafne, Betzayde son algunos de los miles de nombres que este 10 de mayo movilizaron a cientos de madres buscadoras en la capital del país.

Cientos de madres buscadoras tomaron las vialidades de la capital y su grito resonó fuerte y claro: “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.

Esa consigna que se asocia a los 43 normalistas de Ayotzinapa, este día también alcanzó a los miles de hijos e hijas cuyos nombres son parte de la estadística de desapariciones.

Tristeza, incertidumbre, desesperanza, pero, sobre todo, coraje, son las emociones que salpicaron los rostros de las madres que portaban en lonas las fichas de búsqueda de sus víctimas y en pancartas las frases: “Te busco porque te amo”, “hijo, te sigo buscando”.

Al llegar al Ángel de la Independencia ocuparon la escalinata que cubrieron con mantas y fotos de sus familiares; algunas eran individuales y otras cubiertas con decenas de rostros, pero todas ellas transmitían el reclamo de encontrarlos con vida o saber su paradero.

“¿Dónde están, dónde están, nuestros hijos dónde están?”, “¡Hijo escucha, tu madre está en la lucha!”, “¡Este día no es de fiesta, es de lucha y de protesta!” y otros gritos que a voz en cuello pusieron de manifiesto una realidad abrumadora en México: la desaparición forzada sigue presente a lo largo y ancho de su territorio.

La edición número 12 de la Marcha por la Dignidad, que se reprodujo en al menos 10 entidades más, convocada por el Movimiento por Nuestros Desaparecidos tuvo un objetivo claro: visibilizar el Crimen de Estado que representa la crisis de desapariciones existente en el país.

La movilización, según las convocantes, fue para denunciar “el incumplimiento del Gobierno de sus obligaciones de búsqueda e investigación, y la insuficiente institucionalidad para atender la magnitud de esta crisis”.

En lo individual, lo colectivo o en las consigas que se gritaron desde la “Angela de la Independencia”, el reclamó fue unánime a la Fiscalía General de la República (FGR), las fiscalías estatales y la Comisión Nacional de Búsqueda que, en mayor o menor medida, entorpecen las investigaciones y las búsquedas en campo.

No obstante, entre el mar alebrestado de mujeres rabiosas por justicia para sus hijos, también había espacio para la ternura y la sororidad.

El abrazo entre dos madres de diferentes partes de la República, que al compartir el mismo dolor, encontraron amistad; el grito colectivo “¡No estás sola!” para la mamá que no pudo continuar con su testimonio al micrófono, porque se le quebró la voz; la comida obsequiada por una a todas aquellas que están en la búsqueda.

 

Estados se unen a exigencias de localización

Este 10 de mayo, las madres de personas desaparecidas se manifestaron en varios estados del país exigiendo justicia por la localización de sus hijos y visibilizar que no es un día de festejos, sino de lucha.

En San Luis Potosí, por ejemplo, la manifestación fue en la Fiscalía General del Estado (FGE) con consignas como “10 de mayo no es de fiesta es de protesta” y “¿dónde están, ¿dónde están, nuestros hijos dónde están?”.

Mientras en Sinaloa, las rastreadoras colocaron a un costado de la catedral un tendedero con las fotos y datos de hijos, hijas, hermanos, esposos y familiares desaparecidos, pese a las amenazas y persecuciones que ha sido víctima su fundadora, María Isabel Cruz.

Además, las activistas del colectivo Sabuesas Guerreras convocaron a una marcha hacia la Fiscalía General del Estado, para exigir la localización de personas desaparecidas.

Por otra parte, en Quintana Roo, madres buscadoras organizaron la pinta de un mural en el exterior de la fiscalía estatal con rostros de personas desaparecidas.

En Guerrero, se ofreció una misa en la iglesia de Chilpancingo para las madres de desaparecidos, donde el sacerdote Filiberto Velázquez Florencio reclamó al Estado por no brindar atención a las familia; acudieron más de 30 personas, en su mayoría mujeres, quienes dijeron ser madres, esposas, hijas o hermanas de personas desaparecidas.

Mientras en Acapulco, mujeres que integran el Colectivo Familias de Acapulco en Busca de sus desaparecidos marcharon para exigir a las autoridades que se establezcan mecanismos efectivos para la localización de sus familiares y alertaron que el delito de desaparición forzada se mantiene al alza en el estado.

Por otra parte, mujeres del colectivo “Voz de los Desaparecidos” se manifestaron en instalaciones de la Fiscalía del Estado y realizaron una misa en honor a las madres desaparecidas y madres buscadoras. Además, marcharon a las oficinas de Gobierno para solicitar una audiencia con el gobernador Sergio Céspedes.

 

LEG