El gremio de escritores de Hollywood protesta, y nosotrxs deberíamos acompañar su lucha.
La televisión es uno de los medios más importantes para nuestro entretenimiento y distracción. Si no fuera por las miles de series a nuestra disposición, por ejemplo, ¿qué nos hubiera cobijado durante la larga y cruel pandemia?
Uno esperaría que, con tal encomienda, la industria de Hollywood sería rica, y los creadores de las series que tanto nos inspiran tendrían su debida compensación, ¿no?
Pero conforme crecemos, vemos con más y más claridad “el mundo adulto”, y nos damos cuenta qué difícil es vivir de la creatividad. Desde su concepción, el arte es, por naturaleza, subjetivo. Sin embargo, en nuestro mundo capitalista, los números reinan. En general, la forma como diversos creativxs reciben ganancias no empata con lo justo.
Por eso, lxs escritores de Hollywood se encuentran en huelga, provocando que producciones como Stranger Things, nuevas precuelas de Game of Thrones, programas nocturnos y telenovelas de Estados Unidos, entre otras historias, hayan cesado su trabajo para exigir mejor paga y condiciones laborales más equitativas.
Como consumidores, no percibimos cuánto trabajo hay detrás de cada serie de televisión, sobre todo ahora, donde se le pone más foco a la calidad detrás de las historias. Pero es trabajo duro, incluso a veces explotado, por los estudios de entretenimiento.
Escribir bien no se trata de sentarse y hacerlo (aunque mucha parte de eso sí lo es). Requiere de ardua investigación, mucho peloteo, además de horarios apretados para entregar un producto a tiempo. Por ejemplo, si se quiere crear una historia de un policía mexicano, se investiga cómo está la situación dentro de las fuerzas mexicanas contemporáneas, se estudia cómo hablan lxs oficiales y en qué contexto, además de pensar en el arco y desarrollo de los personajes. Todo esto para que la historia en pantalla se sienta lo más real y entretenida posible. Es un truculento balance entre ser dramáticos y ser realistas.
Incluso libros como los de Game of Thrones requieren de su tiempo para que todo haga sentido y se sienta vívido dentro de un contexto medieval: cuando la serie estaba en su mejor momento era porque se daba el tiempo de ser cruda. Nos transportaba a un universo con sus propias reglas, donde los protagonistas eran humanos y podían recordarnos a figuras históricas, o a parte de nosotrxs mismxs.
Sin un buen guion, la serie, película, obra de teatro… por más valores de producción que tenga, será un fiasco.
La comunidad de escritores no ha cesado su chamba desde 2007, cuando se presentó una huelga por lamentables pagos y compensaciones a los escritores.
La contienda duró alrededor de 100 días. Aunque no se vean los resultados en este momento (pues muchas series transmitiéndose ahora fueron escritas hace tiempo), la calidad y el momento en el cual recibiremos ciertas producciones se verá afectada. Según expertxs en la industria, la huelga perdurará por un tiempo.
¿Por qué nos cuesta tanto trabajo valorar el trabajo creativo?
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