Personas migrantes residentes en México presentaron sus emprendimientos en la Feria Intercultural impulsada por la organización Sin Fronteras, con el fin de refrendar y visibilizar el derecho al empleo de las personas en situación de movilidad, así como combatir la discriminación hacia ellos.
Este sábado se llevó a cabo el segundo día de la primera edición de la Feria Intercultural, en la colonia Centro de la Ciudad de México, donde alrededor de diez familias en situación de movilidad ofrecieron sus productos, que van desde comida, como arepas venezolanas y pupusas salvadoreñas, hasta ropa y muñecas realizadas por personas colombianas, pero con motivos mexicanos.
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Una de estas personas es Esmeralda Herrera, quien llegó hace diez años a México, junto a su hijo, desde El Salvador, departamento de La Paz, buscando una mejor vida. Para subsistir puso un negocio en su hogar de pupusas de chicharrón con queso y empanadas de plátano, platillos típicos de su país.
Aunque señaló estar «muy contenta en México», reconoció que, «tal vez por las circunstancias en las que llegamos y al momento de llegar sí hubo mucha discriminación, pero, honestamente, en estos eventos es donde se ve mucha solidaridad y las personas nos reciben de una manera muy humanitaria».
Al respecto, Ramsés López, gestor de Vinculación y Proyectos Psicosociales de Sin Fronteras IAP, explicó al Diario que el evento fue llevado a cabo precisamente para combatir la discriminación hacia las y los migrantes, así como visibilizar y refrendar su derecho a tener un empleo.
«Lo que notamos, en el tema del acceso al empleo, es que es complicado. Por un lado está el desconocimiento de las empresas, ya conocimientos desactualizados, sobre qué tipo de documentación requiere la gente para contratarse y también claramente hay temas de discriminación», señaló.
Tal fue el caso de Yotzeli, migrante venezolana que lleva casi seis años viviendo en México. Aunque recientemente encontró empleo en una escuela y tiene un emprendimiento de arepas junto a sus amigos, también desplazados de Venezuela, Fiorella y Alexis, admitió que al llegar al país le fue muy duro encontrar trabajo, pues los empleadores no reconocían su documento de residencia permanente.
A esto abonó el gestor de Vinculación de Sin Fronteras, al detallar:
«Notamos que las personas que no tienen muchas opciones de regularización migratoria, obviamente el acceso al empleo es doblemente complicado. (…) Entonces empezamos a notar que muchas personas empezaban a tener más expresiones de autoempleo».
Por ello, López destacó la importancia de fomentar iniciativas como la Feria, donde no sólo se busca impulsar el factor económico.
«Entendemos esta idea del emprendimiento o las expresiones de autoempleo más allá de una sola generación de recursos, sino como un espacio del acceso a derechos».
A pesar de la discriminación, Esmeralda, Yotzeli, Alexis y Fiorella se mostraron agradecidas con México.
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«Las personas que hay, como en todo país, personas que sí son gratas y hay muchas veces que no podemos, tal vez por experiencias que han tenido con extranjeros, nos tratan de una manera diferente, pero creo que el 95% de las personas es muy comprensiva», apuntó Esmeralda.
Por su parte, Fiorella dijo: «Estamos muy agradecidos a Dios por la hospitalidad, por el acogimiento que este país nos ha dado, un país de muchas oportunidades para uno poder emprender cualquier tipo de negocio».
KA
