La educación no es la prioridad de este gobierno porque se cerraron las escuelas de tiempo completo, cancelaron la prueba PISA y las mediciones del INEGI, aseguró el panista Ricardo Anaya.
En su video semanal, que dedicó al Día del Maestro, aseveró que además, se planeó para los docentes una estrategia de adoctrinamiento en la educación básica, con fuertes tintes ideológicos.
“Lo menos que cabría esperar de cualquier gobierno, es que pusiera a la educación en primerísimo lugar. Por desgracia no es lo que vemos hoy.
“Para empezar, la educación no es la prioridad en el presupuesto federal. Y ya saben la máxima: prioridad que no se refleja en el presupuesto, no es prioridad”, dijo el también ex candidato presidencial en 2018.
Anaya criticó algunas de las decisiones de la administración federal en materia educativa como el cierre de las escuelas de tiempo completo; la cancelación de mediciones que permiten comparar el desempeño escolar de México con el de otros países, como la prueba PISA; y la expresa indicación al INEGI para dejar de publicar información sobre temas educativos fundamentales.
“Las cosas están tan mal en el sector educativo, que el gobierno se deshizo de todas las mediciones, para esconder el desastre”, aseguró.
Añadió que la estrategia de adoctrinamiento desarrollada en los nuevos libros de texto de educación básica, a cargo de funcionarios de la SEP como Marx Arriaga y Arturo Loaiza, “un exfuncionario del dictador de Venezuela, Nicolás Maduro”, se introducen conceptos de sesgada carga ideológica, como la “lógica de la colonización” y los “procesos de dominio”.
“¿Tú crees que la niñez mexicana debe ser adoctrinada de esta manera? ¿No prefieres que tus hijos aprendan sobre ciencia y tecnología para tener un buen trabajo? ¿Que en lugar de sentirse víctimas históricas de la “colonización” y el “dominio” se sientan mexicanos ganadores, con conocimientos al nivel de cualquier joven de cualquier parte del mundo?”, cuestionó el panista.
Anaya insistió en su visión expresada hace cinco años durante la campaña presidencial en la que sostuvo que el mundo está experimentando cambios acelerados, que implican una revolución tecnológica a gran escala.
“Ese mundo de disrupciones aceleradas es el mundo que López Obrador no entiende, pero lo cierto”, continuó, “es que “la revolución tecnológica ya está aquí, y va a operar cambios tan grandes como la Revolución Industrial en el siglo XVIII, solo que mucho más rápido”.
Si México no le apuesta a la economía del conocimiento, advirtió, se dejará a generaciones enteras de mexicanos sin acceso a las herramientas no solo para competir, “ni siquiera para entender el mundo que les toque vivir”.
LDAV