Por quinta ocasión, el barco de Greenpeace, Arctic Sunrise, llegó a costas mexicanas, ahora con la intención de ampliar la información sobre los arrecifes del centro y norte de Veracruz y sobre los riesgos de la construcción del gasoducto Puerta al Sureste, que pretende conectar Texas con Tuxpan, Coatzacoalcos y Dos Bocas.
La organización ambientalista anunció el lanzamiento de su campaña “Mar adentro, mar afuera” en conferencia de prensa a bordo de su embarcación que estará en el país del 13 de mayo al 5 de junio.
Sobre la zona arrecifal del centro y norte de Veracruz indicaron que estos no han sido completamente estudiados y que se encuentran fuera de las áreas de protección.
Por ello, Greenpeace trabajará con investigadores de la Universidad Veracruzana y solicitará extender la protección de los arrecifes a la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) y a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Caminando por el malecón de La 4 veces Heroica Veracruz me encontré atracado en el muelle al Artic Sunrise de @Greenpeace pic.twitter.com/STi3DdxQK9
— Dr. Marcos Del Rosario Santiago (@theurologist1) May 14, 2023
Su segundo objetivo será dar a conocer los riesgos de la próxima construcción del gasoducto Puerta al Sureste, que pretende conectar Texas con Tuxpan, Coatzacoalcos y Dos Bocas, y el cual es un proyecto de Comisión Federal de Electricidad (CFE), TC Energy (antes TransCanada) y AllSeas, estas últimas empresas extranjeras.
“Dicha infraestructura amenaza a los ecosistemas arrecifales de la región y a las comunidades costeras que dependen de ellos.
“Esta investigación se llevará a cabo del 16 al 27 de mayo y consistirá en la exploración de los ecosistemas arrecifales con el uso de un semi-sumergible tripulado y drones submarinos, los cuales capturarán fotos y videos que serán la base para el análisis del estado actual de estos arrecifes y de las principales amenazas que enfrentan”, detalló Javier Bello, académico de la Universidad Veracruzana.
Greenpeace decidió poner atención en los riesgos que implica la construcción del gasoducto Puerta al Sureste para los arrecifes y las comunidades.
Desde hace años, continuó, se ha tratado de posicionar al gas como una energía limpia, pero la producción, transporte y almacenamiento del gas es una de las principales fuentes de emisión de metano.
Por esta razón, insistió, los científicos advierten que nuevos desarrollos fósiles, incluido el gas, son incompatibles con la meta de mantener el aumento de la temperatura en el planeta por debajo del 1.5° C.
Además, la construcción de infraestructura fósil representa un grave riesgo para los arrecifes cercanos al megaproyecto, por eso resulta fundamental estudiar lo que está en juego y aplicar el principio precautorio.
“Tanto en México como en Estados Unidos la extracción y el transporte de gas ha derivado en accidentes constantes. Un ejemplo es el ojo de fuego que ocurrió en costas campechanas y a esto hay que sumarle que el gas se extrae a través de fracking.
“Además de estos problemas, el modelo de importación de gas pone en riesgo la seguridad energética del país.
El gas es el energético más consumido en México, pero más del 70% es importado de Estados Unidos, esto hace que nuestra generación de energía sea sumamente vulnerable. Basta recordar las heladas en Texas que dejaron al norte del país sin gas y por lo tanto sin electricidad, una muestra clara del grave riesgo que se corre al incrementar la dependencia al gas estadounidense.” mencionó Pablo Ramírez, campañista de clima y energía de Greenpeace México.
Laura Ullmann, de Greenpeace Canadá declaró que “TC Energy tiene un historial de violación de los derechos de las comunidades y de destrucción del medio ambiente.
Actualmente,continuó, están construyendo un gasoducto a través de un territorio indígena en Canadá, “este es otro ejemplo de cómo a la empresa no le importa la devastación local y global derivada de la explotación de combustibles fósiles”.