Morena insiste en el tema de la consulta para que el pueblo bueno y sabio decida si los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación deben ser electos; es un distractor.
Distractor porque la famosa “consulta’’ esta propuesta para agosto del 2024, cuando la actual legislatura esté de salida; distractor porque ni siquiera hay un presupuesto previsto para tal ejercicio.
Nada más recuerde que la “consulta pública’’ para determinar si los expresidentes debían ser llevados a juicio o no, costó 522 millones de pesos y fue un rotundo fracaso.
Votó apenas el 7% del padrón electoral pero la simulación disfrazada de ejercicio democrático le sirvió a López Obrador para lavarse las manos.
Ahora puede decir que fue “el pueblo’’ el que no quiso enjuiciar a los expresidentes.
Bueno, el asunto es que existen en el país temas sumamente importantes que el Gobierno, o sea el Presidente, trata de cubrir con el manto de su desprecio matinal.
Ahí está el escandaloso caso del departamento del secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, comprado a precio de ganga a un proveedor de la Sedena, que es similar al de la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto.
Ni un comentario le ha valido al Presidente este hecho que en otro país habría provocado la renuncia del funcionario y una investigación federal.
Esta el tema de los hijos del Presidente, pero sobradamente el de Andrés López Beltrán y su red de cuates, quienes han sido beneficiados por el Gobierno federal a través de contratos ganados presuntamente en licitaciones amañadas.
El “club de Andy’’ ya era un secreto a voces antes de que Latinus lo documentara minuciosamente, como lo hizo ya en dos programas.
Está la participación de los gobiernos de Morena utilizando recursos públicos para apoyar a la candidata Delfina Gómez en el Estado de México.
Y no pasa nada.
Lo de la consulta para elegir a los ministros de la Corte por voto directo es una bomba de humo.
No es que Morena no le tenga ganas al Poder Judicial, pero en este momento no cuenta con el andamiaje legal ni económico para poder realizarlo.
Es una bola de humo.
Los casos arriba citados, que son unos cuantos apenas, son los que de verdad deben interesar a la ciudadanía.
No se vaya con la finta.
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A ver cómo actúa el INE ante las denuncias de la oposición por las campañas adelantadas de las corcholatas morenistas y por la intromisión descarada de López Obrador en el proceso electoral.
Son tantas y evidentes que se espera que la nueva presidenta Guadalupe Taddei Zavala cumpla su juramento de hacer cumplir la ley y deje atrás cualquier compromiso que haya adquirido con quienes la apoyaron para llegar al cargo.
Se va a poner interesante en cuanto se analicen las quejas de la oposición; entonces se verá qué puede esperar el país del INE en 2024.
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El gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, ¿quiere o no ser candidato presidencial de la coalición Va Por México?
La pregunta viene al caso porque se le ha visto muy tibio en una hora en la que el PAN (y la oposición en su conjunto) requieren de aspirantes totalmente definidos.
Pero Vila ha preferido la fotografía con Claudia Sheinbaum y marcar una cercanía convenenciera con la 4T a la espera del visto bueno presidencial.
Nomás que se acuerde que lo mismo hizo Alejandro Murat en Oaxaca y ahora ni quién se acuerde de él.
LEG