ENVIADA
Amecameca, Edomex. “Demasiada ceniza, estuvo demasiado duro esta noche, la madrugada de este sábado, que comenzó a caer; dejó de caer cerca de las 3:00 horas. Yo salí de mi casa y olía mucho a azufre”, narra Mario Ruiz, vecino de Amecameca, en el Estado de México, uno de los municipios cercanos al Popocatépetl.
El coloso, que es un volcán activo, aumentó su actividad el 19 de mayo, haciendo erupción y lanzando una lluvia de ceniza que ha cubierto las poblaciones aledañas y provocado el cierre de aeropuertos como el de la Ciudad de México, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Internacional de Puebla.
“Se oyó un tronido, porque se menean las paredes, un pequeño sustito, pero gracias a Dios no ha pasado nada”, relató Mario, acostumbrado a los exabruptos de Don Goyo, como se le apoda al volcán.
Sin embargo, el “sustito” aumentó de nivel este domingo, luego de que las autoridades anunciaran que el Semáforo de Alerta Volcánica del Popocatépetl pasó de Amarillo Fase 2 a Amarillo Fase 3.
Un día antes, el coordinador de Protección Civil de Amecameca, Óscar Meléndez, preveía que la alerta permanecería en fase 2, lo que finalmente no ocurrió.
“El Centro Nacional de Prevención de Desastres nos informa que es por la construcción de un nuevo domo en el volcán, hoy (sábado) el volcán está tranquilo… No hay caída ahorita de ceniza, más fue la del día de ayer, que estuvo muy fuerte a la 1:00 horas, hubo cuatro microsismos, pero yo creo que el volcán sigue en Amarillo Fase 2”.
“Explosiones de mediana intensidad, los vientos cambiaron y por eso nos cayó la ceniza”, mencionó a 24 HORAS, mientras barrenderos procuran retirar una fina capa grisácea de la plaza principal del poblado.
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“El mayor riesgo es la caída de ceniza, todos los que tienen depósitos de agua a cielo abierto, tratar de cubrirlos, cubrir las ventanas y puertas con trapo húmedo, proteger a la gente más vulnerable que tenemos en casa”, dijo.
Dicha protección se extiende a los cultivos de poblaciones aún más lejanas, como Atlatlahucan, en Morelos, donde los campos empiezan a cubrirse para evitar que sean dañados por las cenizas volcánicas.
La confianza del coordinador de Protección Civil tiene su explicación en los antecedentes del volcán, pues los habitantes de esta zona han vivido momentos de mayor angustia, incluyendo la precipitada salida de sus hogares ante una posible erupción masiva.
En diciembre del año 2000, más de 41 mil personas fueron evacuadas debido a erupciones que generaron columnas de ceniza de varios kilómetros de altura y el lanzamiento de fragmentos incandescentes sobre las laderas del volcán.
Una de estas personas es Erika, vecina de la localidad de Nexapa, quien recuerda la evacuación de su poblado a través de una de las rutas de evacuación, que actualmente son 20 para las localidades del Edomex cercanas al volcán.
Pero Erika afirma que ya está acostumbrada a la actividad de Don Goyo y aseveró que, aunque las autoridades se lo pidan “yo ya no me voy”.