El ex primer ministro británico Boris Johnson (2019-2022) reapareció en Texas, Estados Unidos, a inicios de esta semana, para una visita de dos días (lunes y martes). Johnson se reunió con legisladores republicanos, visitó al expresidente George W. Bush y al gobernador Greg Abbott. Asimismo, tuvo un almuerzo patrocinado por el Centro para el Análisis de Políticas Europeas, que busca “garantizar fuertes alianzas transatlánticas”.
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La visita de Johnson, con el claro objetivo de aumentar el apoyo del Partido Republicano a Ucrania, obedece a que entre su jerarquía el apoyo al gobierno de Volodímir Zelenski es menos sólido que en el Demócrata. Según Pew Research (marzo, 2023), 73% de los republicanos dicen que “trabajar en estrecha colaboración con los aliados para responder a la invasión rusa es lo correcto”, mientras que entre los demócratas es 85%.
Asimismo, “tres cuartas partes de los demócratas (76%) tienen una opinión favorable de la OTAN, en contraste con el 49% de los republicanos”, y 71% de estos últimos “dicen que EE. UU. debería prestar menos atención a los problemas en el extranjero y concentrarse en los internos”, siendo 39% para los demócratas.
Hasta antes del ascenso de Donald Trump, el Partido Republicano había tenido una postura generalmente rígida con la hoy extinta Unión Soviética y Rusia, misma que compartió durante la Guerra Fría con el Demócrata. Si bien no faltaron ocasionales diferencias, este acuerdo no escrito se basó en que ambos partidos compartieran el compromiso de contener el comunismo y proteger los intereses de Estados Unidos, más allá de que discreparan en asuntos domésticos. Otro aspecto fue que ambos apoyaron la adopción de alianzas militares, como la OTAN, y el respaldo a movimientos anticomunistas alrededor del mundo.
No obstante, desde que Trump asumió el liderazgo político del Partido Republicano, se comenzaron a erosionar las posturas de contención al expansionismo ruso post-Guerra Fría. Según una investigación de The New York Times, Trump consideró varias veces en privado abandonar la OTAN en 2018, lo que hubiese sido altamente benéfico para el gobierno de Vladímir Putin. Antes de eso, durante su campaña de 2016, Trump promovió directa e indirectamente una visión aislacionista para los Estados Unidos, con su eslogan e ideas de “América Primero” (America First).
Desde 2022, medios internacionales han informado que Johnson podría buscar suceder a Jens Stoltenberg como secretario general de la OTAN, a finales de este año.
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