En una tarde de infarto, el Bayern Munich logró in extremis su undécimo título consecutivo de la Bundesliga, en la última jornada, gracias a su victoria 2-1 en la cancha del Colonia y al empate 2-2 del Borussia Dortmund en su estadio ante el Maguncia.
El Bayern Múnich consiguió el trofeo gracias al gol de Jamal Musiala en el minuto 89. Fue el campeonato más competido desde que comenzara su larga hegemonía hace una década, en mayo de 2013.
El Dortmund, que llegaba a la última jornada con dos puntos de ventaja para lograr su primer título desde 2012, vivió una pesadilla en un Westfalenstadion repleto, con 80 mil aficionados que teñían el recinto de negro y amarillo.
La gran fiesta preparada en Dortmund se fue al garete en 20 minutos: en Colonia Kingsley Coman marcaba un golazo tras recibir en el pico del área (8), mientras que el Maguncia se situaba 2-0 y Sebastien Haller fallaba un penal.
El equipo amarillo había llegado primero a la última jornada gracias principalmente a su fortaleza en casa, invicto desde el 20 de agosto.
– 20 minutos de pesadilla –
Pero superado por la situación concedió rápidamente dos goles. Marcaron el noruego Andreas Hanche-Olsen (15), al entrar de cabeza en el primer palo, y el austriaco Karim Onisiwo (24), que remató también con la testa aprovechando el despiste entre Emre Can y Mats Hummels.
Con 2-0 en contra el ariete Haller (20) falló un penal y todo se ponía en contra del Dortmund.
Lejos de derrumbarse, el equipo local comenzó a fabricar ocasiones, sin suerte ni eficacia, hasta que Guerreiro encontró portería con la ayuda del poste.
El tanto de Colonia (81), marcado de penal por Dejan Ljubicic tras una mano de Serge Gnabry señalada por el VAR, devolvía al Dortmund al primer puesto.
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Pero el disparo raso y preciso de Musiala, providencial cuatro minutos después de saltar al césped, volvía a dar la vuelta a la situación, que ya no cambió.
En su 60º aniversario la Bundesliga se regaló un final espectacular, tras años de aburrido dominio del Bayern, lo nunca visto desde mayo de 2000, cuando el propio Bayern batió al Bremen y se proclamó campeón tras la inesperada derrota del Bayern Leverkusen en la cancha del humilde Unterhaching (2-0).
La liga alemana había ‘apostado’ por el líder y el trofeo que recibió este sábado en Colonia el capitán del Bayern Munich, Thomas Muller, era una réplica.
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El original se encontraba a cien kilómetros, en el Westfalenstadion, donde la masa amarilla no se movió tras el pitido final intentando digerir el amargo final.
“El fútbol solo es un deporte, nada está escrito de antemano. Teníamos que hacer nuestra parte del trabajo”, se enorgulleció Müller. “El título más fuerte emotivamente fue probablemente para mí el primero, cuando tenía 19 o 20 años, en nuestro estadio. Pero este título es el más loco”, añadió.