Tras darse a conocer que no logró superar las primeras pruebas físicas tras ser sometido a una cirugía el pasado mes de marzo en su pie izquierdo, el quarterback de los Raiders, Jimmy Garoppolo, enfrenta un problema ante el riesgo de no recibir los 67.5 millones que firmó de salario en su llegada al equipo de Las Vegas.
Aunque la franquicia de los ‘malosos’ firmó al mariscal en la agencia libre, luego de desprenderse de Derek Carr, establecieron cláusulas al contrato de Garoppolo para evitar pagar el contrato de tres años si el jugador sufría lesiones durante las temporadas regulares.
La gravedad de la lesión de su pie izquierdo también es un punto que se dio a conocer tras confirmar que no pasó las primeras pruebas físicas, al asegurar que tanto la franquicia como el jugador están al tanto de que su afección podrá conducirlo a lesiones mayores, discapacidad permanente, pérdida de movimiento y otras posibilidades que afecten su carrera deportiva.
El mariscal había aceptado tales términos desde un inicio, sin poder reclamar a Raiders o a la liga, en caso de no cumplir con dichas cláusulas
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