xitle
Foto: @Xitle TurismoCDMX / Un cráter rodeado de bosque es el vestigio del volcán Xitle, que sepultó a la antigua ciudad de Cuicuilco  

Mientras el volcán Popocatépetl mantiene en vilo a la población de cuatro estados debido a su intensa actividad en los últimos días, en la Ciudad de México hay quienes se preguntan si la urbe no se encuentra expuesta la furia de hermanos menores de Don Goyo, que ayer se mantenía en Alerta Amarillo Fase 3.

TE PUEDE INTERESAR: IMSS garantiza servicios en infraestructura cercana al Popocatépetl

Y es que entre los cerros que rodean la urbe se encuentran varios cráteres volcánicos que si bien no han entrado en erupción en cientos de años, los recientes sismos con epicentro en la capital del país han hecho recordar a algunos su existencia.

“¿Y si estos microsismos son por el nacimiento de un volcán? En el Ajusco hay un volcán llamado Xitle. Se me hace raro que van varias veces que los sismos se dan en la Magdalena Contreras, que es montañosa”, publicaba en Twitter el ciudadano Luis Felipe García, tras un sismo con epicentro local, el 12 de mayo pasado… Pero no fue el único.

“Ya me espanté, estoy cerca de un volcán dizque inactivo llamado Xitle, y está tiemble y tiemble y que yo sepa los volcanes no están inactivos, sino dormidos”, publicaba otro usuario identificado como Arael.

Así como ellos, varios ciudadanos se preguntaban si el volcán Xitle, uno de varios cuyos cráteres quedan como vestigios en la Ciudad de México, no sería la causa de los temblores con epicentro en el sur de la ciudad.

Para el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), el Xitle, junto con el Popocatépetl, el Paricutín y el Volcán de Fuego de Colima, está considerado como activo… Aunque se clasifica así por haber entrado en erupción en los últimos 10 mil años, lo cual se considera reciente debido a la larga historia geológica de la Tierra.

“Un volcán se considera activo cuando ha desarrollado algún tipo de actividad eruptiva en tiempos geológicamente recientes o históricos. Un intervalo de tiempo comúnmente aceptado es 10 mil años”, índica un documento informativo del Cenapred.

En el caso del Xitle, este hizo erupción, aproximadamente, en el año 280 después de Cristo, sepultando a la entonces floreciente civilización de Cuicuilco, cuyas ruinas pueden ser visitadas en el sur de la CDMX.

Ahí han sido encontradas estatuillas de barro de un anciano cargando un brasero sobre su espalda: Huehuetéotl, el Dios del Fuego.

“La relación del sitio (de Cuicuilco) con el elemento ígneo es fácil de imaginar, pues sus estructuras ceremoniales y habitacionales fueron cubiertas por diversas capas de lava, producto de las erupciones del Xitle, un volcán localizado en la Sierra del Ajusco”, explica en su página de internet el Museo Nacional de Antropología e Historia.

Además de las ruinas, la piedra volcánica sobre la que se asientan sus hogares es un recordatorio permanente para los actuales habitantes del sur de la ciudad de la existencia del Xitle.

“Pues yo sé que todo esto es lava sólida, por eso aquí casi no se sienten los temblores, pero de pronto uno se acuerda que hay volcanes en las montañas de alrededor… Y quién sabe”, dice Ángeles, habitante del Pedregal de Santa Úrsula, en la alcaldía Coyoacán.

Sin embargo, Marco Calo, investigador titular en el Departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que “el grado de sismicidad que se puede registrar dentro del Valle de México está más bien relacionado a la actividad tectónica. Hasta ahora no tenemos ningún elemento que pueda hacernos pensar que esté relacionado a alguna actividad volcánica”.

Al respecto, Hugo Delgado, investigador titular en la misma instancia, destacó que el Xitle entra en la categoría de volcanes monogenéticos, es decir, aquellos que “hacen erupción y se apagan” y existen en “regiones muy amplias en donde se da el vulcanismo de manera recurrente, pero no exactamente en el mismo lugar”.

“Muy difícilmente un volcán monogenético puede tener actividad otra vez. (…) La probabilidad de que haga erupción el Xitle es prácticamente cero, no es imposible… pero lo más seguro es que, cuando vuelva a haber una erupción en la región, será en otro lugar”.

Los cráteres existentes están apagados, pero el nacimiento de un nuevo volcán es posible, como lo demostró el Paricutín, el 20 de febrero de 1943 para, el siguiente año, sepultar un pueblo michoacano.

“En los primeros días de 1944, un flujo de lava que tardó tres días en desplazarse desde el volcán, alcanzó al pueblo de Paricutín, a una velocidad de unos 30 m/h, cubriéndolo por completo”, señala el Cenapred en el documento “Volcanes, peligro y riesgo volcánico en México.

Un tema que, en la ficción, Hollywood mostró en la película Volcano, de 1997, en la que un volcán nace en medio de la ciudad de Los Ángeles, en Estados Unidos, y en la que una de las protagonistas menciona como ejemplo al propio Paricutín.

La Ciudad de México se ubica sobre la Faja Volcánica Transmexicana, una región que se extiende desde Nayarit hasta Veracruz, y que concentra a varios volcanes activos e inactivos del país, incluyendo el Volcán de Fuego de Colima y el Popocatépetl.

 

LEG