“Cuando empezamos a normalizar la locura es el momento de pensar en la camisa de fuerza”
Los dictadores y los autócratas creen firmemente que sus ideologías durarán para siempre y en su delirio, sueñan con ser glorificados por la historia y dedican todo su tiempo y esfuerzos en construir su camino a la posteridad. Claramente suena a locura, y lo es, el problema es que esta locura está aquí, instalada entre nosotros.
Estos autócratas surgidos del populismo -de izquierda o de derecha- hacen vivir a sus naciones su peor momento durante la fase terminal de sus gobiernos; la pérdida de contacto con la realidad los conduce a un negacionismo obsesivo. Identifican compulsivamente a los enemigos más inverosímiles y todas las acciones para terminar con ellos están justificadas.
El enfrentamiento de AMLO y de la 4T con la SCJN está en un punto de no retorno, y ahora López Obrador acusa al Poder Judicial de “aplicar un golpe de Estado técnico” en contra del Poder Ejecutivo. Muy peligroso.
El problema de fondo lo tenemos con los partidos de oposición. Están tan obsesionados con sus cuotas de poder que creen que el reto que van a enfrentar en 2024 es sacar al Presidente de Palacio. Están totalmente equivocados. Primero habrá que garantizar que tengamos elecciones el año próximo y al mismo tiempo presentar un plan de soluciones viable que represente a los electores y, que el candidato que surja después se comprometa en llevarlo a cabo.
Tenemos millones de electores inamovibles que desde hoy ya saben por quién van a votar -Alianza o Morena- el reto de los partidos de oposición es convencer a los incontables mexicanos que hoy se abstienen de votar pues no ven ningún valor en los partidos políticos ni el en el gobierno actual.
Podríamos seguir hablando de las locuras del Gobierno de AMLO o enfocarnos, de inmediato, en lo realmente importante: ¿cómo se van a solucionar los problemas más graves de México -muchos existían antes de esta administración- y la reconstrucción de las instituciones del país? Por ejemplo:
El Estado de derecho no es algo “concreto”, es un concepto que implica que todas las personas e instituciones, sin excepción, están sujetos al cumplimiento de la Ley. En México los incentivos para no cumplir la Ley son tan altos que lleva a las organizaciones criminales a comportarse como gobiernos alternativos. Un problema de esta magnitud no tiene una única solución, pero las políticas de seguridad de los últimos tres gobiernos no han hecho más que agravar el problema. ¿Cómo piensa la Alianza revertir el crecimiento y poder del crimen organizado?
La pobreza y la desigualdad de muchos mexicanos sigue siendo un botín político electoral muy atractivo que a través de supuestos programas sociales mantiene a millones de personas en la postración y el clientelismo electoral. ¿Tendrá la voluntad el próximo Presidente para cambiar esta visión tan miserable del manejo de la pobreza en México?
El tema migratorio deberá tener una visión diferente; pasa por redefinir la agenda migratoria con EU y asumir una relación constructiva con los migrantes que se quedarán en México. ¿Aprenderemos algo de experiencias exitosas en política migratoria como la alemana?
Hoy, desgraciadamente, tenemos más problemas que soluciones y no podemos pensar -ni creer- que el próximo Gobierno podrá resolver todo lo no resuelto antes y lo destruido ahora.
Reconstruir las instituciones es fundamental para fortalecer a la sociedad civil avasallada por el Gobierno de la 4T. Se necesitarán consensos y gran habilidad política. ¡Hablemos de soluciones ya!
@Pancho_Graue
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