Popular por su guerra contra las pandillas y sus altos índices de popularidad, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, cumple hoy cuatro años al frente del gobierno en medio de reformas a modo para lograr su reelección y violencia en contra de las mujeres, según expertos.
De acuerdo con un sondeo de CIESCA Centroamérica, el 91.85% de los salvadoreños aprueban la reelección de Bukele, pero no podría ser postulado si no hubiera realizado una “serie de reformas que le dieron mayores poderes”, según explica Jorge Márquez Muñoz, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM.
Cuando el joven mandatario de 41 años se postuló para la Presidencia “arrasó en las elecciones y gracias a esa victoria, tuvo mucho margen de maniobra, además de bastantes legisladores de su lado, entonces comenzó una serie de reformas que le dieron mayores poderes”, añade Márquez Muñoz.
“Esto es una gravísima irregularidad en términos de derechos, cuando hay una reforma de este tipo, lo conducente es que se aplique hasta el siguiente periodo, entonces esto se considera una reforma a modo”, añade el especialista consultado por 24 HORAS.
VIOLENCIA CONTRA MUJERES
Marcela Reynoso Jurado, Máster of Public Policy de Oxford, considera que esto “puede extenderse como un modelo muy peligroso a seguir” en la región de Centroamérica.
“Si bien las cifras de violencia derivadas por el crimen organizado, reportadas por el propio Estado, presentan disminuciones de gran dimensión, cabe la duda sobre los debidos procesos y otras violencias que también cuentan”, explica la también académica de la UNAM.
Para Reynoso Jurado, no debemos olvidar que “ante la presencia de excepciones en el Estado de Derecho, quienes más pagan las cuentas son las mujeres” porque son violentadas tanto por las bandas criminales, como por el Ejército, y “se sabe que en ambientes de tensión los principales agresores de las mujeres se encuentran en sus propias casas”.
Además, no es claro si su política en contra del crimen organizado funciona de manera efectiva, en primer lugar porque se cuestionan los números “muchas veces maquillados” presentados de manera oficial por el gobierno salvadoreño, a lo que se añaden señalamientos de un presunto “pacto con las maras salvatruchas” para permitir otros tipos de violencia y formas de negocio del crimen, considera Márquez Muñoz.
“Ni la presunción de inocencia ni el debido proceso ni mucho menos la posibilidad de una sentencia justa están garantizados en un mínimo nivel. Aún cuando se combate a integrantes del crimen organizado, no se puede tener certeza de que no sea un sistema falible, mientras personas inocentes son víctimas”, finaliza Reynoso Jurado en su análisis.
FRASE:
“Esto es una gravísima irregularidad en términos de derechos, cuando hay una reforma de este tipo, lo conducente es que se aplique hasta el siguiente periodo, es decir, quien esté en el cargo no pueda reelegirse, entonces esto se considera una reforma a modol”
DR. JORGE MÁRQUEZ MUÑOZ
Profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM
“Los derechos humanos son para todas las personas, son obligación de los Estados y dan certeza jurídica para la ciudadanía, pero ante un régimen de excepción, nada de eso puede esperarse y puede extenderse como un modelo muy peligroso a seguir”
MPP. MARCELA REYNOSO JURADO
Máster of Public Policy en Oxford – Académica de la UNAM
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