Miles de personas participaron ayer en un gigantesco dictado organizado en la avenida de los Campos Elíseos de París, en un espacio de 6 mil 600 metros cuadrados con mil 779 pupitres, coronado por una pizarra de 102 metros.
El evento, al que se enviaron más de 50 mil candidaturas, es el primero de este tipo en organizarse en el mundo.
Del total de solicitudes, solo 5 mil 100 personas de 10 a 92 años fueron elegidas por sorteo. Estos afortunados participaron en uno de los tres grandes dictados organizados, con el novelista Rachid Santaki como maestro de ceremonias.
El primero era un fragmento del cuento La mula del papa, del escritor francés Alphonse Daudet, y fue leído por el periodista y presidente de la asociación Bibliotecas sin fronteras, Augustin Trapenard.
Los dos otros eran un escrito contemporáneo leído por la escritora y periodista Katherine Pancol, y un texto sobre un tema deportivo, dictado por el jugador de rugby Pierre Rabadan.
A las 14:15, un silencio total se apoderó de la famosa avenida. Jóvenes y mayores se inclinaron sobre las hojas en blanco, bolígrafo en mano.
El ejercicio del dictado es uno de los pilares de la educación francesa y suele levantar pasiones en el país.