Cientos de indígenas marcharon en la capital de Brasil para protestar contra una propuesta que podría poner en riesgo la demarcación de cientos de tierras ancestrales, un día antes de que el máximo tribunal del país retome el juicio sobre ese asunto.
“Quieren quitarnos nuestros derechos constitucionales y acabar con nuestras tierras, invadir nuestros territorios”, dijo a la AFP Jailda Teixeira Braga, de la tierra indígena Barata/Livramento en el estado de Roraima (norte).
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“No podemos dejar que eso pase”, añadió la mujer de 56 años ataviada con una corona de plumas, mientras caminaba por la emblemática Explanada de los Ministerios en Brasilia.
Los magistrados del Supremo Tribunal Federal retoman el miércoles el llamado “juicio del siglo” para los indígenas. En el centro de las discusiones está la tesis del “marco temporal”, defendida por el agronegocio, que sólo reconoce como territorios indígenas aquellos ocupados por ellos cuando se promulgó la Constitución, en 1988.
Los indígenas consideran que la Carta Magna reconoce sus derechos sin prever ningún “marco temporal” y afirman que en muchos periodos fueron desplazados de sus territorios, especialmente durante la dictadura militar (1964-1985), con lo cual sería imposible determinar su presencia en 1988.
Según la ONG Instituto Socioambiental, casi un tercio de las más de 700 reservas indígenas ya delimitadas en Brasil (la mayoría en la Amazonía) podrían verse afectadas.
Indígenas de diferentes etnias del país, algunos con la piel pintada y luciendo trajes típicos, flechas y tocados de plumas, marcharon hacia el STF desde un campamento que instalaron en la capital esta semana para airear sus reclamos frente a las sedes del poder.
Algunos levantaban pancartas contra el “Marco de la muerte” o pedían que el “STF salve a los pueblos de la Amazonía”.
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En algunos tramos fueron acompañados por la ministra de Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, y otros miembros del gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, quien prometió proteger a los habitantes originarios de Brasil.
Especialistas consideran las reservas indígenas como escudos frente a la deforestación, elemento clave en la lucha contra el calentamiento global. Pero aun así, su protección legal no las deja inmunes a amenazas.
Walter de Oliveira, un dirigente del pueblo macuxi de la reserva Raposa Serra do Sol, en Roraima, cree que si prevalece la tesis del marco temporal “aumentarán mucho más las invasiones de madereros, garimpeiros (mineros ilegales), acaparadores de tierras y agricultores” en las tierras indígenas, incluso en aquellas ya demarcadas.
EAM