El príncipe Enrique cargó ayer contra un grupo de diarios británicos a los que acusa de “pirateo telefónico” a “escala industrial” para obtener información ilegalmente, cerrando un histórico testimonio en el marco de su batalla legal contra la prensa sensacionalista.
El hijo menor de Carlos III, de 38 años, declaró durante cinco horas el martes y tres el miércoles ante el tribunal londinense que desde el 10 de mayo juzgó a Mirror Group Newspapers.
Fue la primera declaración ante la justicia de un miembro de la familia real británica desde Eduardo VII, que lo hizo en un caso por difamación en 1891, antes de convertirse en rey.
“Ha sido duro”, reconoció visiblemente emocionado cuando su abogado, David Sherborne, le preguntó cómo le había hecho sentir rememorar, pasando revista detallada a 33 artículos de prensa, el acoso mediático que denuncia.
Enrique, dos actores de televisión y la exmujer de un cómico acusan a MGN, editor del diario Mirror y la revista Sunday People entre otras publicaciones, de obtener información sobre ellos entre 1996 y 2011 mediante métodos ilegales que incluyen interceptar los mensajes de sus buzones de voz.
“El pirateo telefónico produjo una escalada industrial en al menos tres periódicos de la época y eso está fuera de toda duda”, aseguró ayer el duque de Sussex.
Si el tribunal no lo acepta “sentiría cierta injusticia”, afirmó.
LEG