Los políticos españoles se voltearon a ver entre ellos. Muchos pensaron que la oposición podría ganar en el Estado de México. No es que la victoria de Delfina pueda ser determinante para Europa. No. Es más, es irrelevante. No afecta a la política doméstica española ni a las relaciones entre ambos países. Sin embargo, es el primer y, tal vez más importante síntoma de lo que pueda ocurrir en junio del 2024. Eso sí afecta a España.

Viendo el comportamiento de lo que ha ocurrido en el Estado de México – el laboratorio electoral del PRI durante tantos años – no es descabellado decir que el año que viene Morena volverá a ganar. En este sentido, valdría la pena que las autoridades españolas vayan abonando el terreno para que las relaciones sigan yendo por buen camino.

En julio tenemos elecciones generales en España. Con toda probabilidad los conservadores del Partido Popular serán los próximos vencedores. Una vez que esto ocurra deberían empezar a tender puentes con Morena y con todas las corcholatas, independientemente de quien pueda ser el próximo presidente de la República. Quien sea deberá contar con el resto y deberá hacerlo en una situación de generosidad y al mismo tiempo de consenso.

España y México siempre tuvieron una magnífica relación. Es cierto que se ha visto deteriorada con la actual administración y su Cuarta Transformación. Pero todo se puede reconducir y se puede hacer con pasos serios y sensatos.

Todo se puede hacer, pero hay que empezar a construirlo y no perder tiempo.

 

      @pelaez_alberto