La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE), presentó ayer su estrategia para responder a los riesgos identificados para su seguridad económica, con los ojos puestos especialmente en los desafíos representados por China.
El año pasado, ante la invasión de Rusia a Ucrania, el bloque se dio cuenta súbitamente de la magnitud de su dependencia de la energía rusa, y tuvo que ponerse en marcha a toda prisa para encontrar un cambio de rumbo.
En un esfuerzo de definir las lecciones aprendidas, la Comisión presenta ahora su “Estrategia de seguridad económica”, que busca definir un enfoque autónomo con relación a China y hallar un equilibrio entre mantener esos lazos pero evitar la dependencia.
Si bien la Comisión no ha descrito directamente la estrategia como una respuesta a China, la UE ha adoptado una serie de medidas para desafiar el creciente poder económico del gigante asiático.
Así, la Comisión identificará los riesgos económicos para el bloque y las soluciones para enfrentarlos, así como las medidas que ya existen, aunque el asunto está aún lejos de generar unanimidad.
Algunos países de la UE quieren evitar una posibilidad de una guerra comercial con China, al tiempo que otros argumentan que ahora es el momento de actuar para proteger la seguridad económica del bloque.
La Comisión ya ha anunciado planes para impulsar la producción de más tecnología limpia en Europa.
LEG