El grupo estadounidense 3M logró un acuerdo para pagar entre 10.500 y 12.500 millones de dólares para terminar con litigios en Estados Unidos por contaminación de agua potable con PFAS, componentes químicos bautizados como “contaminantes eternos”.
El acuerdo, que aún debe ser validado por un juez, prevé el pago en 13 años, entre 2024 y 2036, según un documento bursátil.
El dinero debe servir para financiar las tecnologías de tratamiento para los sistemas de gestión de agua que den positivo a los PFAS, así como para pagar futuros análisis.
El monto total de los pagos seguramente de las pruebas que eventualmente sean negativas.
El acuerdo, hecho público en un documento bursátil de la empresa, incluye que los demandantes acuerdan liberar a 3M de reclamaciones por PFAS y cualquier indemnización por daños punitivos.
Para este asunto, el grupo obtuvo una suma de 10.300 millones de dólares en sus cuentas.
Es una “etapa importante” para 3M, estimó en un comunicado Mike Roman, director ejecutivo del grupo, que ya se comprometió a cesar la producción de estos componentes químicos de aquí a 2025.
“Este acuerdo envía un mensaje claro: empresas como 3M deben responsabilizarse de las consecuencias de las sustancias químicas que fabrican”, comentó Paul Napoli, uno de los abogados representantes que a los demandantes, en un comunicado de prensa.
Afirmó que 3M era la única empresa que fabricaba espuma formadora de película transparente (AFFF por sus siglas en inglés) que contenía sulfonato de perfluorooctano o PFOS, un tipo de PFAS “especialmente insidioso que los estudios han asociado con un mayor riesgo de cáncer y otros problemas de salud graves”.
3M anunció en 2000 que dejaría poco de fabricar PFOS, así como ácido perfluorooctanoico (PFOA).
El grupo afirma que está trabajando para limpiar estas sustancias en los lugares donde se fabricaron o eliminaron.
Los grupos químicos DuPont, Chemours y Corteva también firmaron acuerdos a principios de junio para resolver las demandas contra ellos por PFAS, pero por una suma mucho menor de 1.180 millones de dólares.
Estas sustancias están muy presentes en la vida diaria como en empaques, cosméticos, electrónicos, entre otros, que con el tiempo se acumulan en el aire, el suelo, las aguas de los ríos, la alimentación y hasta en el cuerpo humano y son muy poco degradables.