El gigante sudamericano es el país con más muertes violentas reportadas de personas transgénero, con 95 entre octubre de 2021 y septiembre de 2022, o 29% del total mundial, según un estudio de Transgender Europe en 34 países.
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Con más de 200 millones de habitantes, en Brasil sólo hay cinco centros públicos de atención a niños y adolescentes por cuestiones de identidad y género.
El del Hospital de Clínicas de la Universidad de Sao Paulo, acompaña a casi 400, alrededor de un centenar entre 4 y 12 años, y tiene una larga fila de espera.
En casos de incongruencia de género, los más pequeños son acompañados en su “transición social”, mientras pueden retrasar la aparición de signos como la menstruación o la barba mediante bloqueadores. A partir de los 16, pueden recibir hormonas para desarrollar rasgos sexuales del género con el que se identifican.
SOCIEDAD
“Mamá, ¿puedo morirme hoy y volver a nacer como niña mañana?” Agatha tenía casi cuatro años cuando, según su madre, le dijo que no quería ser niño.
“Los intentos de reafirmar su masculinidad solo la lastimaron. Por eso permitimos” que se identificara socialmente como una niña y que cambiara su nombre, agrega su madre.
Convertida en activista por los derechos de niños y adolescentes trans, fundó en 2022 la ONG Minha Crianca Trans (Mi niño trans), que cuenta con casi 600 miembros.
En Brasil, las cirugías de cambio de sexo solo están permitidas a partir de la mayoría de edad, los 18 años.
Para Aline Melo, miembro de la organización, la tolerancia “ha retrocedido en los últimos años” en Brasil.
“Mi hijo, Luiz Guilherme, un adolescente trans de 14 años, tiene orgullo de ser quien es, pero sabe que de la puerta para afuera no siempre puede” mostrarse libremente, lamenta.
Celeste Ambrust, joven transgénero de 17 años en su cuarto, inició la terapia hormonal a los 16 y reveló su nueva identidad en el colegio.
Pero no tiene el “coraje” para salir sola, dice Celeste. “Se priva por miedo a ser señalada y sufrir”, explica su madre, Claudia Armbrust. Al centro de Sao Paulo asisten Agatha y Luiz Guilherme, como también lo hace Celeste.
Cuentan con 10 millones menos de lo estimado
Brasil, el país más poblado de América Latina, tenía 203.1 millones de habitantes en 2022, unos 10 millones menos que lo estimado, según datos del último censo difundido este miércoles por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
En el estudio demográfico realizado durante el año pasado, se contabilizaron un total de 203,062,512 habitantes.
La cifra supone 10.2 millones menos que los 213.3 millones de habitantes estimados en 2022. con base a cálculos del IBGE sobre residentes en 5 mil 570 municipios brasileños.
Sin embargo, la población de 203.1 millones contabilizada el año pasado refleja un crecimiento de 12.3 millones de personas, +6.5% respecto del censo anterior, realizado en 2010, informó el IBGE.
El crecimiento poblacional, no obstante, se está desacelerando: la tasa anual fue de 0.52%, la mitad de la registrada en 2010 y la menor desde el primer censo en Brasil, en 1872, destaca el instituto.
Según los resultados, el sudeste del territorio concentra la mayor cantidad de población, con casi 85 millones, o 41.8% del total. Allí se encuentran los estados más habitados: Sao Paulo, Minas Gerais y Rio de Janeiro. La ciudad de Sao Paulo, la mayor de América Latina, tiene 11.5 millones de habitantes. Le siguen Río de Janeiro (6.2) y Brasilia (2.8).
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