Cientos de policías militares entraron ayer a dos cárceles de máxima seguridad en Honduras, en la ofensiva contra los pandilleros lanzada para retomar el control de los penales y decomisar los arsenales de armas ingresados a partir de sobornos autoridades.

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“Las Fuerzas Armadas de Honduras, a través de la Policía Militar de Orden Público (PMOP) dieron inicio a la Operación ‘Fe y Esperanza’ con la finalidad de retomar el control, dirección y gobernabilidad del centro penal de El Pozo, sector de Ilama, Santa Bárbara, y la cárcel de Siria, en el Porvenir”, dijo un comunicado de los mandos castrenses.

Las Fuerzas Armadas divulgaron fotos de drogas, plantas de marihuana y municiones decomisados en las operaciones en El Pozo, la más temida cárcel de máxima seguridad, a unos 180 kilómetros al noroeste de la capital, y en Siria, unos 60 kilómetros al norte. También, se mostraron a los reos agrupados en un patio descalzos y vestidos solo con ropa interior.

El Pozo y Siria, con capacidad de 2 mil internos cada una, fueron construidas para albergar sobre todo a cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, las más temidas pandillas criminales que siembran el terror en Honduras, Guatemala y El Salvador.

El comandante de la PMOP, coronel Ramiro Fernando Muñoz, pidió a sus tropas no dejarse sobornar por el crimen organizado, como hicieron las autoridades que dejaron ingresar esas armas. “No más corrupción y colusión con las personas privadas de libertad”, comentó.

Las operaciones empezaron por órdenes de la presidenta Xiomara Castro, después de que mujeres de pandillas enemigas realizaron un ataque a tiros y prendieron fuego en una cárcel cerca de Tegucigalpa. El saldo fue de 46 fallecidas.

CON INFORMACIÓN DE AFP

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