maria callas
Foto: AFP / Cada vestido alude a un personaje que Maria Callas representó: la Violeta de la Traviata, Norma, Medea  

El modisto francés Stéphane Rolland rindió homenaje ayer a la cantante griega Maria Callas con un rutilante desfile en la Ópera de París, filmado por Claude Lelouch para su próxima película.

Cuando el director le pidió poder rodar el espectáculo para su siguiente cinta, Finalement, Rolland accedió inmediatamente. “Era un regalo del cielo”, explicó.

Se intentó reproducir una gala de 1958, cuando Callas se hallaba en la cumbre del estrellato operístico.

Stéphane Rolland es un creador que ama los colores fuertes, pero esta vez optó por una paleta más sobria: excepto dos vestidos rojos, “todo es en blanco y negro. Es cortante, resuelto. En el Palacio Garnier no tengo ganas de perturbar con rosa , amarillo o verde”, explica el modisto.

Rolland, que vistió a la cantante Pretty Yende, que cantó en la coronación de Carlos III en Londres, rindió homenaje al exuberante palacio operístico parisino retomando las hojas de acacia de sus columnas de mármol.

El propio Rolland se puso “manos a la obra” para esculpir elementos de porcelana que luego fueron bordados en los vestidos.

Cada vestido alude a un personaje que Maria Callas representó: la Violeta de la Traviata, Norma, Medea.

La muselina es vaporosa, los tejidos de raso duquesa envuelven los hombros. Del cuerpo salen llamas de cuero dorado.

Para encarnar a Callas, Stéphane Rolland llamó a su modelo favorita, la española Nieves Álvarez, que abrió el desfile con un vestido de gazar negro y lo cerró con un vestido en muselina blanca que evoca a la novia.

También desfilaron la actriz brasileña Maria Fernanda Candido, “que tiene la gracia de Callas”, y la modelo iraní Farnoush Hamidian, “una mujer que lucha por su libertad y la libertad de las mujeres”.

LEG