A Xóchitl Gálvez no le queda otra alternativa más que aceptar tanto las alabanzas de los ingenuos como las críticas de los contrincantes. Lo cierto es que en el PAN la rechazan y que en la alianza la utilizan.
En este momento ni el Presidente de la república está al margen de su candidatura, que es tan intensa, que corre el riesgo de acabarse de un momento a otro. Porque quienes la impulsan la colocan en la línea de fuego, quienes la usan la desgastan ante el pueblo y dentro de la sociedad, uno que otro iluso cree que en realidad es pobre de nacimiento y de origen indígena.
En menos de un día el pleito con el Presidente quedó en segundo término, la sinrazón de López Obrador de ponerse con una senadora que nunca fue seria por sus acciones extravagantes, pero que en ningún momento tienen el nivel jerárquico de un Presidente de la República, se convirtió en una simple anécdota ante la mala suerte de Xóchitl que muestra ser capaz de todo para justificar el lugar que ya le otorgó Claudio X. González.
La diferencia de investiduras arroja siempre un ganador y también en esta batalla salió perdiendo la hidalguense.
Es significativo que el registro de los precandidatos de la alianza opositora haya sido la sede nacional del PRI. Donde se registró primero Santiago Creel quien, con lágrimas en los ojos lloró por lo que le están haciendo a México, como si no hubiera hecho daño él cuando era secretario de Gobernación sembrando en todo el país casinos en lugar de árboles.
Santiago realizó un verdadero acto circense para justificar las lágrimas que le producía saberse fuera de la candidatura que añoró toda la vida. Se quedó, otra vez, en el camino.
A Xóchitl no le fue mejor en esta pasarela de malas actuaciones porque a su registro no asistió ni su marido porque no está de acuerdo con la política del país, lo cual también debe tener su interpretación más allá del recinto familiar.
Si fue el inicio de una campaña que le parecerá eterna Xóchitl, puede ser un mal principio. Podríamos decir que deberá empezar de cero, porque tratando de legitimar su falso origen indígena filtró la información de que ella no tiene vicios, no ingiere alcohol, no fuma, lo que sí ha comido es peyote, porque es una planta sagrada de los indígenas de su tierra. Sin comentarios.
Dentro de la derecha la existencia de Xóchitl como candidata dividirá más que unir a la oposición, cuya alianza está prendida de alfileres que ella puede desprender uno a uno en el trayecto hacia la campaña con sus ocurrencias y falsas identidades.
Si Xóchitl Gálvez hubiera mantenido un perfil más bajo en los últimos años como senadora pudiera pensar la gente que en realidad es de origen humilde y pertenece su familia a los pueblos originarios. Y si lo es se coloca como una verdadera traidora de su gente porque a mediados de mayo de 2015, el entonces consejero presidente del INE se burló del gobernador indígena de Guanajuato, en una plática telefónica que sostuvo con Edmundo Jacobo, ella era la directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, en ese momento nunca salió una protesta de su boca, y lo que es peor ocho años después salió con una cartulina a las calles que decía EL INE NO SE TOCA, precisamente cuando todavía estaba a la cabeza Lorenzo Córdova.
Mala suerte que parece acompañar la vida política de una senadora que quiso ser indígena solo para la foto y para la campaña, después los titiriteros decidirán su destino.
PEGA Y CORRE.- Israel Rivas, líder de los padres de niños con cáncer, quien decía no tener intenciones políticas, ahora quiere registrarse para contender por la candidatura de la alianza opositora, porque el partido que pertenece desde hace 15 años: el PAN… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.