Luego de que el Frente Amplio por México presentará su método para elegir a su candidata o candidato presidencial de cara a las elecciones de 2024, personas militantes de los partidos que lo integran manifestaron su decisión de participar o abstenerse de hacerlo, toda vez que el método incluye una combinación de pasarelas, encuestas y elección primaria, así como la realización de una consulta ciudadana y la conformación de un comité organizador y un observatorio.
Tales medidas buscan generar participación social y reflejar la ideología de los diferentes sectores y opiniones al interior de la alianza. Sin embargo, es importante destacar que algunas de las personas registradas a la precandidatura aún pertenecen al antiguo régimen.
Este hecho plantea un reto en sí mismo, ya que genera interrogantes sobre la supuesta vocación renovadora del Frente. Hay quienes argumentan que este registro demuestra la falta de congruencia ideológica y la proclividad por las prácticas políticas asociadas al pasado; no obstante, la política no siempre es una línea recta y los movimientos y coaliciones pueden involucrar una diversidad de figuras y perspectivas.
En este sentido, el Frente Amplio por México también debe encarar el reto de consolidar su identidad como una opción política realmente renovadora, y diferenciarse del antiguo régimen. Para lograrlo, es necesario, entre otros requisitos, que sea completamente transparente en sus procesos de selección y promueva la participación ciudadana.
Resulta pertinente mencionar también la reciente salida de figuras prominentes del priismo. Esto plantea interrogantes sobre el estado actual del tricolor y su capacidad para mantenerse como fuerza política. Además, pone en evidencia la falta de cohesión y liderazgo dentro del partido.
Aunado a lo anterior, el Frente Amplio por México necesita ir más allá de ser solamente un opositor a las iniciativas que impulsa el presidente de la República, y presentar un proyecto de nación sólido. Es fundamental que ofrezca propuestas claras y concretas que atiendan las necesidades del país y generen confianza entre la ciudadanía.
Lejos de caer en la salida fácil de seguir realizando señalamientos a ultranza contra el titular del Ejecutivo federal y los avances y resultados de la cuarta transformación, el Frente debe trabajar en la consolidación de la identidad renovadora que trata de proyectar y, sobre todo, diferenciarse claramente del pasado.
La falta de un proyecto de nación afecta la credibilidad y la capacidad para consolidarse como una opción política viable. Para ser una alternativa real, es necesario establecer una visión de país, presentar soluciones a los problemas actuales y proponer un rumbo definido para el futuro de México. Sólo así se podría generar confianza en la población y convertirse en una alternativa genuinamente renovadora.
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