Foto: 24 Horas Quintana Roo / Tras negociaciones, militares reconocieron el error y pararon las obras del relleno. Habitantes de la zona anunciaron que impedirán mayores daños ecológicos  

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) detuvo temporalmente los trabajos de relleno en el Estero de Chac, que forma parte del sistema lagunar Chetumal-Bacalar, en respuesta a las demandas y protestas de un grupo de ciudadanos preocupados por el impacto ambiental de la construcción del tramo 6 del Tren Maya, además de que acordaron la instalación de un Comité Permanente de Vigilancia Ciudadana que avale el respeto ambiental.

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El relleno se estaba llevando a cabo para permitir el acceso de maquinaria pesada al área donde se instalarán los pilotes que sostendrán la vía del Tren Maya, que conectará Chetumal con Bacalar. Se estima que se vertieron más de cinco toneladas de material sobre los humedales del Estero de Chac.

Además, se detuvo el uso de dinamita para la extracción de material pétreo, luego de que se difundieran en redes sociales videos de explosiones en el banco de extracción del ejido Juan Sarabia.

La presión social ejercida por los ciudadanos y las advertencias de especialistas sobre el impacto ambiental de la construcción del tramo 6 del Tren Maya fueron determinantes para que la empresa a la que la Sedena le encargó la obra, suspendiera temporalmente los trabajos al reconocer que hubo un “error”.

Los ciudadanos exigieron que se respete el frágil ecosistema del sistema lagunar Chetumal-Bacalar y se realicen las obras de manera responsable.

En un video de 15 segundos se muestra la explosión en el banco de extracción de materiales, y habitantes de la zona de Xul Ha han proporcionado imágenes y videos que evidencian la construcción del relleno sobre ramales de la laguna y la colocación de tubos para el flujo del agua.

Sin embargo, los habitantes advirtieron que las características de la tubería no garantizan un flujo adecuado, lo que podría afectar el cuerpo lagunar de manera similar a lo sucedido en 1985, cuando se intentó construir una autopista Chetumal-Bacalar.

Aunque la Sedena aún no ha emitido una postura oficial al respecto, cientos de habitantes de la zona permanecen atentos para garantizar que el frágil ecosistema del sistema lagunar Chetumal-Bacalar no se vea perjudicado por las obras.

La Sedena, en reunión la mañana del sábado, acordaron suspender la construcción en esa área y proporcionar información a una mesa de trabajo técnica conformada por especialistas locales y conocedores de la zona, con el objetivo de garantizar que la obra no genere impactos negativos irreparables.

Los ciudadanos, por su parte, han presentado una denuncia formal ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y han establecido comités de vigilancia permanentes en las comunidades y zonas donde se encuentran los humedales identificados, para evitar interrupciones en el flujo hidrológico.

El compromiso es que las obras se realicen de manera responsable y se respete el valioso patrimonio natural de la región, demostrando así que es posible conciliar el desarrollo con la preservación del medio ambiente.

LEG