Impedida de participar en determinadas carreras porque se niega a recibir un tratamiento para descender su tasa de testosterona, la atleta Caster Semenya ganó ayer una batalla judicial contra Suiza, ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que estimó que la atleta sudafricana fue víctima de discriminación.
La corte europea responde a una demanda de la deportista hiperandrógina, de 32 años, contra la justicia de Suiza, que en 2020 confirmó que debía someterse a un tratamiento hormonal si quería poder competir en su distancia favorita, los 800 metros, en la que es doble campeona olímpica (2012, 2016) y triple campeona mundial (2009, 2011, 2017).
Este fallo no invalida sin embargo el reglamento de World Athletics (la Federación Internacional de Atletismo) y no abre directamente la vía a una participación de Semenya en los 800 m sin tratamiento.
“La reglamentación actual sobre las DSD (diferencias de desarrollo sexual), aprobada por el Consejo de la Federación Internacional en marzo de 2023, sigue en vigor”, precisó la instancia.
“Suiza se extralimitó en el limitado margen de apreciación de que gozaba en este caso, que se refería a una discriminación basada en el sexo y las características sexuales, que sólo puede justificarse por ‘consideraciones muy fuertes'”, falló el tribunal con sede en Estrasburgo.
OTRO CASO GANADOR
Por otro lado, la Copa del mundo que se celebrará en los próximos días tuvo una decisión importante de cara a su celebración. La jugadora Barbra Banda, capitana de la selección de Zambia podrá jugar el torneo a pesar de registrar altos niveles de testosterona en las pruebas pertinentes.
La capitana del equipo de Zambia apenas cumplió 23 años y es delantera, siendo una de las referentes de su equipo, así como una de las máximas goleadoras en la historia de su país.
Banda no pudo participar en la Copa Africana de Naciones del 2022, debido a que registró niveles excesivos de testosterona, principal hormona sexual masculina, aunque no es la primera vez que eso ocurre.
LEG