El Fondo Monetario Internacional busca una solución y con autoridades argentinas negocian “intensamente” el alcanzar un acuerdo sobre la quinta revisión del programa crediticio en medio de una situación “muy compleja y desafiante”, afirmó ayer una portavoz del FMI en Washington.
En 2022 el FMI y el gobierno argentino acordaron un programa crediticio en virtud del cual el país sudamericano recibió 44 mil millones de dólares a 30 meses a cambio de que el presidente argentino Alberto Fernández aumente sus reservas internacionales y reduzca el déficit fiscal de 3% del Producto Interno Bruto en 2021 a 2.5% en 2022, 1.9% en 2023 y 0.9% en 2024.
La situación de la economía argentina es preocupante, con una inflación interanual superior al 110% y una pobreza de un 40%, según el instituto estadístico oficial Indec, además de una sequía que ha supuesto una pérdida de ingresos por unos 20 mil millones de dólares.
“Nuestro equipo ha estado trabajando intensamente con las autoridades argentinas para ayudar a progresar y avanzar para finalizar la quinta revisión y para ayudar a las autoridades a abordar una situación muy compleja y desafiante”, dijo Julie Kozack, directora de comunicaciones del FMI en rueda de prensa.
Según Kozack, las negociaciones se centran en “las alternativas para fortalecer el programa de las autoridades, reconociendo al mismo tiempo el impacto de la sequía en la economía”.
Se trata, añade el FMI, de “salvaguardar la estabilidad mediante el aumento de la acumulación de reservas y la mejora de la sostenibilidad fiscal” mientras “se protege a los sectores más vulnerables”.
Kozack ha declinado entrar en los detalles de las negociaciones, que han comenzado hace meses.
El tiempo apremia porque los directores del fondo se toman vacaciones en agosto, mes en que se celebran las elecciones primarias para las presidenciales en Argentina, a las que se presenta el ministro de Economía Sergio Massa por el peronismo de centroizquierda en el poder.
Kozack confirmó que Buenos Aires ha cumplido hasta ahora con sus obligaciones financieras.
El 30 de junio pagó al FMI los vencimientos de ese mes por 2 mil 700 millones de dólares, usando Derechos Especiales de Giro (DEG, reservas del Estado en el organismo financiero) y yuanes.
“El renminbi (yuanes) es una de las cinco monedas de libre uso que los países miembros pueden utilizar y han utilizado para liquidar sus obligaciones con el FMI“, afirmó Kozack.
Argentina renovó este año un acuerdo de swap (canje) de monedas con China por 130 mil millones de yuanes, equivalentes a unos 19 mil millones de dólares.
Para julio el gobierno argentino también ha previsto unificar los vencimientos de la deuda con el FMI en un solo pago a fin de mes.
LEG