El combate contra la tala ilegal en la Ciudad de México va muy bien, aseguró el jefe de Gobierno, Martí Batres, pues indicó que en dos semanas se han desmantelado 28 aserraderos y se han cerrado 18 madererías clandestinas en las alcaldías de Milpa y Tlalpan.
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“Va muy bien (el combate de talamontes), se han desplegado un conjunto de acciones e iniciativas, voy a mencionar algunas cosas, se hicieron reuniones allá en Topilejo con los comuneros y participaron ocho áreas del Gobierno Federal y del Gobierno local en estas acciones”, comentó.
En conferencia, el mandatario capitalino informó que la Secretaría de Gobierno de la capital del país ha tenido reuniones con la Secretaría de Gobierno del estado de Morelos, asimismo enfatizó que él mantuvo una reunión con el gobernador de la entidad, Cuauhtémoc Blanco, donde abordaron específicamente sobre esta problemática.
En tanto, Batres aseguró que en estas reuniones se fijaron acuerdos, los cuales se han comenzado a reflejar, aunado a los operativos que mantiene la Guardia Nacional en Tres Marías.
Cabe recordar que el lunes pasado el jefe de Gobierno envió una iniciativa de reforma para sancionar con hasta 20 años de prisión a quien tale árboles en Áreas Naturales Protegidas y Suelo de Conservación, así como a quienes comercialicen y distribuyan madera aserrada de forma ilegal.
“Presentamos una iniciativa para modificar el artículo 345 Bis. Del Código Penal Vigente de la Ciudad, para sancionar hasta con 20 años de prisión a quienes talen ilegalmente árboles de Áreas Naturales Protegidas y Suelo de Conservación, así como a quienes comercien, acopien, transformen, distribuyan o reciban madera aserrada de forma ilegal”, publicó en sus redes sociales.
Operativo
Como parte de la estrategia de combate a la tala ilegal de árboles, este miércoles se llevó un operativo coordinado entre la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr) y la participación de diversas autoridades capitalinas para desmantelar el último aserradero clandestino en la zona del Ajusco.
El sitio está ubicado en los límites del pueblo de San Miguel y al estar oculto entre viviendas y la montaña, fue posible encontrarlo gracias a trabajos de inteligencia.
De acuerdo con la Profepa, el aserradero tenía la capacidad de transformar hasta siete metros cúbicos de madera al día, equivalente a producir alrededor de 450 polines diarios.
LEG